A inicios de marzo del año 2016, ocurrió un crimen que dejó atónitos tanto a los chihuahuenses como a los mexicanos en general, pues todos los medios hablaban sobre el hallazgo del cadáver de un joven, que fue sometido a un “sacrificio” de una secta satánica, y los detalles que las autoridades fueron descubriendo fueron encendiendo cada vez más alarmas.
El caso se encontraba en todos los medios, tanto digitales, como impresos, en radio y en televisión, por lo que seguramente llegaste a escuchar de él, sobre todo por el escándalo que se generó, pues presuntamente los responsables del asesinato, trataban de convertirlo en un vampiro.
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En marzo del 2016, las autoridades hallaron el cadáver de un joven en el centro de Chihuahua capital
El 1 de marzo del 2016, las autoridades encontraron el cadáver de un joven entre las calles segunda y Manuel Doblado en el centro de Chihuahua capital, éste se encontraba envuelto en bolsas de plástico. Tras el hallazgo, se comenzaron de inmediato las investigaciones para determinar el motivo del crimen, así como para dar con los responsables del mismo.
Alrededor de 72 horas después, es decir, tres días, y gracias a un testigo clave, las autoridades dieron con los presuntos responsables, quienes hicieron sus declaraciones sobre el homicidio del joven, gracias a ésto, es que los agentes pudieron continuar con sus labores de investigación, y poco a poco fueron llegando al fondo del crimen.
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Los agentes llevaron a cabo un cateo en un Ciber Café, donde presuntamente habrían privado de la vida a Edwin, y en él, encontraron rastros hemáticos (sangre) que coincidían con el ADN de la víctima, además, luego de hacer algunas pruebas, se dieron cuenta de que los rastros de fluido habían sido tratados de limpiar con cloro y detergente, sin embargo, los responsables no lo lograron del todo.
Caso Edwin “Piwa”: El joven de Chihuahua que fue asesinado para "convertirlo en vampiro"
Edwin Miguel J.P., quien era conocido como “Piwa”, tenía tan sólo 24 años de edad y laboraba en un restaurante que se encontraba dentro de la Plaza de la Tecnología sobre la calle Libertad. Además, se sabe que el joven tenía su domicilio en la colonia Riberas de Sacramento.
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Según versiones, el joven se juntaba con un grupo de personas que eran seguidores del satanismo y pertenecían a una secta llamada Los Hijos de Baphomet; en alguna conversación él expresó sus deseos de convertirse en vampiro, por lo que sus “amigos” le dijeron que ellos podían ayudarlo a hacerlo realidad, para ello, lo citaron en un Ciber Café ubicado en la calle Manuel Doblado #10.
“Piwa”, como llamaban a Edwin sus conocidos, llegó al encuentro donde le dijeron que harían un ritual de iniciación para que perteneciera a ésta secta, además de que podría convertirse en vampiro, sin embargo, lo que no sabía es que harían un sacrificio con él. Momentos más tarde, con engaños, lo ataron de manos y pies para que no pudiera escapar, dejándolo así en una situación totalmente vulnerable.
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Una vez estaba amarrado, y por órdenes del líder de la secta, los responsables del homicidio lo estrangularon, y le hicieron varios cortes en el rostro y el cuello con una botella de vidrio, además de que lo golpearon muchas veces con un objeto contuso.
Posteriormente intentaron hacer el ritual para “revivirlo” y convertirlo en vampiro, sin embargo, esto no funcionó, por lo que pusieron el cuerpo en bolsas de plástico enrolladas con cinta y lo dejaron entre las calles segunda y Manuel Doblado en el centro de Chihuahua.
Posteriormente regresaron al Ciber Café y trataron de eliminar los restos de sangre de Edwin con detergente y cloro, sin embargo, no lo lograron del todo, pues aún quedaba algo de ADN.
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Las autoridades encontraron el cuerpo horas después y comenzaron con las investigaciones. Al practicarle la necropsia de ley a Edwin Miguel, el médico forense dictaminó que la causa oficial de muerte fue por luxación de cervicales por estrangulamiento.
Tres días después del hallazgo del cadáver, los policías también dieron con los responsables del crimen, quienes resultaron ser dos hombres y una mujer, que respondían a los nombres de Iveth Nayeli L. de 18 años, Gustavo Adolfo D. de 18 años y Omar S. alias “El Osiris” de 25 años de edad.
En el supuesto ritual participaron cuatro personas, los tres detenidos y el líder de la secta, quien en su momento, varios medios dieron a conocer que estaba identificado, y tiempo después se dio a conocer que se trataba de un hombre que respondía al nombre de Calep Josafath A.
Algunos meses más tarde se dio a conocer que Iveth Nayeli L. y Omar S. alias “El Osiris” fueron condenados a 21 años de prisión, además de que tuvieron que pagar 371 mil pesos como reparación del daño, mientras que a Calep Josafath A. y Gustavo Adolfo D., les dieron una sentencia de 13 años y 4 meses de prisión.
Luego del caso no se obtuvieron mayores datos sobre el homicidio del joven Edwin, sin embargo, recientemente se dio a conocer que dos de sus asesinos muy pronto podrían salir de la cárcel.
