Lluvias de mayo traen esperanza y fertilidad: creencias y tradiciones en México
En diversas comunidades, la lluvia es símbolo de fertilidad, renovación y esperanza; se dice que pueden “limpiar el alma”
Antonio Campos
Cuando llegan las primeras lluvias de mayo, en muchas comunidades principalmente en las zonas rurales de Tamaulipas y Veracruz se evocan saberes ancestrales transmitidos por generaciones.
Estas más que un fenómeno climático, son símbolo de fertilidad, renovación y esperanza, al considerarlas “benditas” por traer prosperidad para la siembra y la salud.
“La lluvia despierta la tierra”: comunidades de Tamaulipas y Veracruz
Un dicho popular lo resume así: “Lluvias de mayo, llenan el cántaro y el gallo”, aludiendo a que esta temporada asegura agua suficiente para las necesidades del hogar, los animales y garantiza unas buenas cosechas.
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Son las celdas en donde las abejas depositan su miel, sin la intervención humana ni contacto con fuentes externasOtras personas de las comunidades tamaulipecas como veracruzanas consideran también que estas precipitaciones “despiertan la tierra”, debido a que su llegada marca el inicio del ciclo agrícola para cultivos esenciales como el maíz, el frijol o la calabaza.
Hay que señalar que además de los saberes agrícolas, existen creencias ligadas al cuerpo y el espíritu, por lo que muchos adultos mayores recomiendan mojarse con la primera lluvia de mayo, debido a la creencia de poder curarse de enfermedades de la piel, fortalece los huesos e incluso “limpiar el alma”.
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A pesar de no existir evidencia científica detrás de estas ideas, forman parte de una visión global que reconoce a la naturaleza como fuente de vida y sanación.
San Isidro Labrador el protector de los campesinos
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Los insectos muestran afectaciones ante la falta de alimento; la situación se ha agudizado en sectores donde la escasez de agua impactaEn este contexto, la figura de San Isidro Labrador, cuya fiesta se celebra el 15 de mayo, cobra especial relevancia, al ser considerado el protector de los campesinos y patrono de las cosechas.
Su devoción, traída desde España durante la Colonia, se arraigó profundamente en el campo mexicano y forma parte del folclor nacional.
Al grado que en muchas comunidades del centro y sur del país, aún se organizan procesiones, se bendicen herramientas y se realizan danzas y rezos en su honor, pidiendo lluvias oportunas y abundantes cosechas.
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En las zonas urbanas estas creencias han perdido fuerza
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La cosecha de sandía en el norte de Veracruz comenzó en marzo y resultó ser abundanteSu imagen suele acompañar las celebraciones de mayo y es común ver a San Isidro Labrador enaltecer los altares o incluso en los sembradíos, como una forma de bendecir la tierra, lo cual deja claro que la fe y las prácticas prehispánicas, crean una combinación en la cultura rural mexicana.
Sin embargo, en las zonas urbanas de Tamaulipas y Veracruz estas creencias han perdido fuerza, derivado a la vida acelerada de las ciudades, la desconexión con los ciclos naturales y la falta de contacto con la tierra han hecho que las lluvias de mayo sean vistas más como una molestia que como un evento sagrado persistente en la memoria de nuestros adultos mayores.