Ciudad Juárez, Chihuahua.- “Todo nació de una pequeña semilla, jamás me imaginé que lo que fue solo una idea, hoy signifique un evento masivo y una tradición en las escuelas de la ciudad”, dijo Esther Flores, fundadora de ‘Altares y Tumbas’.
Con la finalidad de mostrar la creación que tenían los alumnos no solo académicamente sino culturalmente, nace esta tradición que al día de hoy se convirtió en algo fundamental en las escuelas, organizaciones y hogares de la ciudad, la cual han adoptado como algo representativo de la fecha del Día de Muertos.
Todo surgió en 1982 cuando ella comenzó su administración como directora del Instituto de Arquitectura, Diseño Y Arte (IADA) de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), es ahí que nace la idea de crear un altar hecho por los estudiantes de la licenciatura en Diseño de Interiores.
Con el apoyo de maestros y alumnos, se logró realizar con existo esta actividad, lo que dio como resultado que al siguiente año cada grupo semestral pusiera su propio altar, mismo año en el que se integra la categoría ‘chusca’, esto, debido a que en ese momento se encontraban unos hoyos en el área verde del edificio, lugar donde serian plantados unos árboles.
Para ese entonces la comunidad ya comenzaba a tomarle más interés a los altares y tumbas de la institución.
“Yo vi que el hecho de mezclar esta tradición completamente mexicana, y que en realidad en el norte no se veía, por ser solo costumbres del sur, se podría manejar la creatividad y compañerismo”, dijo.
En 1985 el rector de la universidad en este tiempo, Alfredo Cervantes, invitó al secretario de Educación y Cultura en México a que fuera parte de la actividad de Altares y Tumbas, de lo maravillado que quedó, para enero de 1986 ya había ordenado a todas las escuelas del país a que instalaran esta actividad en todo México, explicó Esther.
Reconocida por su trabajo y creación, ahora jubilada, se siente orgullosa de saber que su semilla sigue siendo plantada por las siguientes generaciones, tradición que ahora forma parte de la cultura y representación del 2 de noviembre.
Y además, evento que se ha convertido popular en la ciudad y que hasta el año pasado contó con la asistencia de más de 28 mil 700 juarenses, que se unificaron en las instalaciones del IADA, para disfrutar las obras creativas que siguen preparando año con año los estudiantes de este instituto.
“Es muy especial para mi ver como ahora esto es algo muy grande, evento en el que no se puede caminar de la gente que viene”, mencionó. “Me toca ver a veces como las mamás andan vueltas locas buscando el papel picado, y lo que les encargan en las escuelas, yo solo me quedo callada, que no sepan quién tiene la culpa”, puntualizó.