El fiscal de Distrito Jorge Nava López aseguró que el alza en el número de homicidios violentos cometidos en Ciudad Juárez, que hasta la mañana del miércoles rebasan los 91 casos en junio, se debe a los reacomodos de células delictivas.
Esto luego de que a principios de junio el funcionario aplaudiera la baja en los asesinatos a comparación con el mes de abril e inclusive, aseguró que esto era resultado de las detenciones de líderes criminales y de los aseguramientos logrados en este periodo.
En lo que va del año, la cifra de asesinatos rebasa ya los 700 casos y, lamentablemente, la mayoría se deben a la disputa que mantienen los grupos criminales en esta frontera por el llamado control de la plaza.
Jorge Nava esperaba que con la captura de José Dolores Villegas, mejor conocido como el Iraquí, y sus colaboradores más cercanos, la violencia en las calles iría a la baja, al quedar debilitado el grupo criminal para el que opera, "La Empresa".
Desafortunadamente, los días en que más se incrementan estos ajustes de cuentas son los viernes, sábado y domingo, es decir, los fines de semana, según las últimas cifras dadas por la agencia investigadora.
A su vez, tras estas capturas se esperaba un ligero "reajuste" dentro de la célula y por consiguiente, en los homicidios, ante los reacomodos que pudieran presentarse, aunque la Fiscalía de Distrito confiaba en que no fuera así.
Para el mes de mayo, las cifras llegaron a 137 hechos de sangre y en abril, los números fueron preocupantes al llegar a lo 173 homicidios.
La Mesa de Seguridad informó que en Juárez se cometen 113 asesinatos por cada 100 mil habitantes, lo que llevó a qué ocupará el lugar número dos en el ranking de ciudades más violentas.
Semana a semana, autoridades de los tres niveles de gobierno realizan reuniones de seguridad en las que comparten los resultados obtenidos en el combate a la delincuencia y así afinar nuevas estrategias.
Pero tal parece que es tono dado resultados y los crímenes violentos continúa en las calles de la ciudad, principalmente en aquellos sectores considerados como los más conflictivos.
Aunado a esto, la participación de las corporaciones federales y militares ha sido casi nula en la ciudad, lo que deja un tanto debilitadas a las corporaciones locales, ante la falta de apoyo para los patrullajes y la prevención.
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