El número de migrantes en su mayoría venezolanos que caminan por el Centro Histórico de la ciudad reflejó un amento a diferencia de la semana pasada, en especial se podía observar familias que van con su mochila.
Un grupo de jóvenes contó que acababan de llegar a esta frontera por la mañana, se vinieron en tren y estaban descansando en el barandal del recién remodelado túnel peatonal.
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“En el tren que veníamos, en cada vagón venían entre 10 y 15 personas, éramos un grupo como de 250 personas, todos los días hay cientos de venezolanos que suben al tren, esperemos poder pasar muy pronto”, dijo la mujer.
Los venezolanos, comentaron que estaban contactando con otros amigos, para ver cual, era la mejor opción en la que pudieran dormir o definitivamente ir a algún albergue.
También, estaban pasando información a familiares que están en Estados Unidos, para ver si ellos, pueden apoyarlos a pasar de manera más rápida.
Otra cosa que comentaron, es que, sus connacionales les han comentado que no se queden en el mismo hotel todas las noches, ya que el Instituto Nacional de Migración, hace operativos y aunque tengan los permisos vigentes se los rompen en la cara, los llevan presos a medio país y tienen que regresar.
Sin embargo, el grupo de migrantes, que se entrevistó, dijo que a ellos no les había tocado malos tratos de migración en el Sur.
“Gracias a Dios, nosotros no tuvimos ningún inconveniente en el camino, pero si nos han dicho que acá esta fuere la gente de migración y también la policía”, indico el venezolano.
Al grupo en situación de movilidad se le preguntó, si habían escuchado que sus compatriotas habían intentado cruzar por la fuerza en el puente internacional, a lo que respondieron “Es complicado decir que intentaron entrar a Estados Unidos, porque llegaron sólo a la mitad del puente, nunca se invadió, fue una manifestación”.
