El colectivo por la paz Ángeles Mensajeros llevó un poco de alegría, diversión y alimentos a las niñas y niños en situación de movilidad que se encuentran acampando en la orilla del río Bravo a la altura de la puerta 40 del muro fronterizo de Estados Unidos.
El director del colectivo Ángeles Mensajeros, Carlos Mayorga expuso que esté día donde festejan en México a las niñas y niños, también aprovecharon para celebrar este día especial a los niños migrantes que están con sus padres esperando la oportunidad para entrar a lado americano para que los procesen la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP por sus siglas en inglés).
El grupo de personas del colectivo llevó juguetes, dulces, pastel, comida, agua fresca, frutas y más para todos los niños migrantes que duermen y han permanecido a la orilla del río Bravo.
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Además, estuvieron payasos y botargas para darles alegría a los infantes que vienen de otros países junto con sus familias para buscar el sueño americano, sin embargo, están varados de lado mexicano esperando la oportunidad de romper la barrera de alambre de púas y navajas para entregarse a las autoridades norteamericanas.
“Al momento que llegamos, les mandamos decir de parte de todos los mexicanos de buen corazón que todos los niños migrantes son bien bienvenidos, pero tristemente nos damos cuenta de que no hay mucho que festeja en este Día del Niño”, aseveró el también pastor religioso.
Agregó que, estos niños migrantes hoy se encuentran enfermos, desesperados y desamparados tanto por las autoridades de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y de las mismas autoridades municipales y estatales quienes no se han acercado hasta el día de hoy para ver la situación médica en la que se encuentran.
“Tristemente, muchos de estos niños ya presentan cuadros de enfermedad, ya presentan algún problema gastrointestinal por estar constantemente en contacto con las aguas pestilentes del río Bravo”, sentenció.
Carlos Mayorga pidió a las autoridades municipales y estatales para que manden doctores para que chequen la salud de los niños migrantes, porque tristemente estos niños se encuentran entre la espada y la pared por la indiferencia tanto por el gobierno de México y de Estados Unidos.
Al respecto, una mujer venezolana agradeció el apoyo que brindaron las personas del colectivo Ángeles Mensajeros por llevar alegría y alimentos a sus hijos.
Externó que han pasado por muchas situaciones como estrés, hambre y frío. A veces les da miedo alejarse del río para buscar alimento, es porque tratan de mantenerse en el lugar y encargar alimento y agua principalmente para los menores de edad.
