Una de las formas de expresión más antiguas que tiene el ser humano es la danza y si se inculca desde pequeños, se crece con el gusto de enseñarles a otros este arte, donde se hacen movimientos con todo el cuerpo al ritmo de música.
La egresada de Terapia Física y maestra de Danza Folklórica de la Universidad Tecnológica de Ciudad Juárez, Iris Quetzali Guerrero, platicó para El Heraldo de Juárez, que ha estado desde muy pequeña entre prácticas y bailables, gracias a sus padres, ya que son maestros y han impartido clases de danza.
“Inicio por mi papá, porque mis papás son maestros de danza, ellos estudiaron en Guadalajara y pues básicamente toda mi vida desde mi infancia he estado en este ámbito, en teatros, en presentaciones, en todo este movimiento”, inició su relato.
¿Cuánto tiene impartiendo clases?
“Impartiendo clases en la Universidad apenas voy a cumplir un año en este mes, anteriormente, yo inicie a dar clases a eso de los, tenía como unos 15 años, pero no empecé formalmente”.
¿En qué consistía el apoyo hacia sus padres?
“Con los alumnos de mis papás yo les ayudaba a desarrollar pasos, a dirigir un calentamiento, coreografías, ensayos y cuando ellos tenían alguna junta o emergencia yo me quedaba a cargo del grupo”.
“De manera formal, tengo dos años frente a grupos, cuento con mi carrera en danza por parte del Centro Municipal de las Artes que está incorporada a la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, es dónde está la antigua presidencia y se imparte la carrera entre otras cuatro”.
¿Sus grupos han participado recientemente?
“La competencia más reciente que tuvimos fue el encuentro de Universidades Tecnológicas región Norte, tuvimos la fortuna de participar y nos llevamos el segundo lugar.
Guerrero señala que el trabajo constante es la clave del éxito, ya que rinde frutos, finalmente, compartió que tuvo la fortuna de participar en eventos muy grandes aquí en Juárez, uno de ellos fue hace muchos años, donde participó con la gente de bachilleres, ella y su mamá hicimos la coreografía y eso me inspiró a seguir.
