Cada es más común observar en las vialidades personas que padecen alguno o incluso varios trastornos mentales, lamentablemente pareciera que nadie hace nada en torno al tema.
Todos los días se puede ver en el primer cuadro de la ciudad a más de cinco personas entre hombres y mujeres, en situación de calle que padece de sus facultades mentales.
Todos ellos cargan una o dos cobijas, alguna prendas de vestir, objetos como envases de plástico, alambres y envolturas vacías de alimentos, todo esto lo transportan de un lugar a otro generando también un problema por el acumulamiento de desechos que van esparciendo por al menos varias calles del Centro Histórico.
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Sonia una joven de 19 años, que acude al Instituto Municipal de las Mujeres, señaló que los días que asiste, ve al mismo señor en las bancas que se encuentran sobre la banqueta de la avenida Ferrocarril.
“Es preocupante que nadie presta atención a lo que necesitan, que les dé un tratamiento, que tengan un espacio digno, desconozco si en la ciudad este alguna institución destinada para ayudar a las personas como el señor loquito como muchos le llaman, él no se ve peligroso pero si otro lo es y no lo sabemos imagínese, nos pueden atacar”, externó con preocupación la joven mujer.
Sarahí Hernández de 47 años diariamente transita por la avenida Vicente Guerrero al cruce con López Mateos, donde ve a un hombre que lleva varias bolsas con basura de la cual come en algunos momentos del día.
“El señor es muy tranquilo, carga bolsas con comida que dejan en la basura y con eso se alimenta, es muy triste verlo, pero para que a él le gusta estar así, algunos vecinos le damos de comer y se muestra agradecido, ya hasta lo cuidamos de cierta manera, tiene años en estas calles, quisiéramos que pudiera estar en algún lugar resguardado del mal clima”, mencionó Hernández.
Al parecer en el municipio existen algunos espacios destinados para el cuidado y tratamiento de las personas que padecen enfermedades mentales, uno de ellos en la colonia Melchor Ocampo, otro más en la colonia Rincón del Río
Lamentablemente no se tiene destinado un recurso que pueda hacer frente a esta problemática, por parte del estado ni del municipio, pero dentro de una manera de acción es ayudar con el traslado de estas personas en situación al albergue municipal, solo para el resguardo si la situación climática no es favorable.
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Entre los juarenses entrevistados trascendió que la familia juega un papel fundamental, ya que no les prestan la atención que requieren o dejan pasar las señales de alerta cuando pueden estar con alguna crisis.
Los médicos psicólogos del Centro de Salud Urbano B comentan que la mayoría de los casos presentan dentro de sus signos de alerta: el aislamiento, dejar de realizar actividades que disfrutaban, se muestran con irritabilidad, prefieren dormir la mayor parte del día, entre otros.
Por su parte el área de Salud del Estado no refiere información en torno a espacios donde pueden dirigir a las personas con trastornos o si existen tratamientos destinados para ellos.
