Resguardan a 230 migrantes en el albergue Kiki Romero

De acuerdo a información proporcionada al interior del albergue, permanecen 171 hondureños, 31 mexicanos, 24 guatemaltecos, 2 salvadoreños y 2 ecuatorianos

Brenda Herrera | El Heraldo de Juárez

  · martes 21 de septiembre de 2021

Foto: Cortesía | Gobierno Municipal

Actualmente el albergue temporal Kiki Romero alberga a 230 migrantes, los cuales en su mayoría son provenientes de Honduras.

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De acuerdo a información proporcionada al interior del albergue, permanecen 171 hondureños, 31 mexicanos, 24 guatemaltecos, 2 salvadoreños y 2 ecuatorianos.

Alexander Paladichini de 30 años, es uno de ellos. Él llegó este lunes por la noche en compañía de su esposa y su hija de 4 años.

Habían salido desde hace 17 días de su país, Honduras. Hoy , viven entre la incertidumbre y el miedo de no saber qué hacer al no lograr el sueño de cruzar a los Estados Unidos, además de haberse quedado sin un solo centavo de los 10 mil dólares que traían para lograr el objetivo.

“La verdad es que uno sale con las aspiraciones de que va a llegar hacia el destino, sabemos que se sufre, no es fácil, somos conscientes pero todos aspiramos a ese sueño americano y nos arriesgamos”, expresó.

Dijo que el camino fue difícil desde que salieron de Honduras, sin embargo, conforme más se acercaban al destino, más sufrimiento les costaba.

“Uno lo hace con los pensamientos de darles una mejor vida a la familia, uno no espera a que lo vayan a rechazar. Uno de adulto se expone pero el detalle son los niños, no es fácil el camino, no siempre hay alimento”, mencionó.

Dijo que les tocó esconderse en bodegas junto con otros migrantes, tratando de huir de la violencia que hay en México, sin duda entre lo más difícil que le tocó vivir en este camino, además de cuando lo separaron las autoridades estadounidenses de su familia por cinco días.

“Nos presentamos a migración y me empezaron a pedir datos, nos ilusionamos, creímos que nos iban a dar entrada y no, no fue así… nos separaron, a mi me metieron en una celda, para mi fue lo peor, creí que no volvería a ver a mi familia”, detalló.

Lo que ahora se cuestiona Alexander, es el por qué no lo deportaron a su lugar de origen y los dejaron aquí en Juárez, pues al quedarse sin un peso, no saben qué hacer.

“Cuando a mi me tiran acá, todo mal, triste, enfermo. Entonces uno dice, ¿por qué no me tiraron allá cerca?, para regresar necesito mucho dinero que ya no tengo, es muy difícil. Es difícil decidir entre regresar o volverlo a intentar”, puntualizó.