Ciudad Juárez, Chihuahua.- Aunque la navidad represente una fecha para dar amor y pasar un momento en familia, este año, significará todo lo contrario para algunos migrantes que desde hace meses decidieron salir de su lugar de origen en busca de mejores oportunidades de vida.
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Esta navidad será la más triste, porque también es mi cumpleaños, solía comer con mi mamá y mis hijos, ahora yo estoy aquí y ellos allá expresó Jenny Patricia, quien desde hace tres meses llegó de Honduras huyendo de la violencia de su país, y quien durante estas fechas de unión, la pasará lejos de su familia.
La esperanza de volver a marcarle a su mamá para darle buenas noticias, no ha muerto, pues según ese es su mayor deseo esta navidad.
Compartió que durante estas fechas, normalmente en su hogar solían hacer, gallina de casa horneada, tamales y sándwiches, después de eso, cenan y salen a celebrar a la calle.
En este día, mi mamá me ponía bombas por toda la casa, compraba mi pastel favorito y todo era bonito porque estábamos en familia, ahora me duele recordarlo
Será hasta el mes de marzo, que Jenny podrá tener su cita con la Oficina de Aduanas y Patrulla Fronteriza (CBP por su siglas en ingles), por el momento, se encuentra buscando trabajo, mientras arregla su situación, sin embargo, ha tenido malas experiencias, pues no le han dado la oportunidad por ser alguien de paso.
Jenny, actualmente se encuentra refugiada en el albergue Buen Pastor, ubicado en la calle Isla Esmeralda de la colonia Luis Echavarría, donde tratara de pasar una feliz navidad, acompañada de todos sus compañeros migrantes.
Según comentó el pastor, Juan Fierro, encargado del albergue, que ya se encuentran preparando la cena navideña, la cual constará de un pavo, sopa de arroz, y verduras, así como un postre de bombones.
“El año pasado, llegó un momento en el que no teníamos nada para dar, más que frijoles, pero, ahora gracias a Dios, ya tenemos la cena y hasta una piñata”, expresó.
Actualmente, este albergue abriga a 72 migrantes, de los cuales 35 son menores de edad, y son provenientes de Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Cuba.
“Los niños que están aquí, hablan mucho de Santa Claus, pero hasta ahorita no sabemos si vaya a llegar a este albergue”, concluyó.
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