/ jueves 27 de mayo de 2021

El debate televisado en campaña electoral

Estimada y/o estimado elector, si usted aún no decide por cuál partido o candidato votar, le recomiendo revisar los debates televisados organizados por el Instituto Estatal Electoral o por las diversas organizaciones públicas o privadas que, cumpliendo con su responsabilidad social, aportan a los procesos democráticos. La semana pasada atestiguamos el encuentro de candidatas y candidatos a la gubernatura, el próximo viernes se desarrollará el propio en el Municipio de Juárez. Por favor no caiga en el juego de responder “quién ganó? quién perdió?”, es mejor analizar la congruencia de las posturas de las y los participantes frente a las necesidades generales y así allegarse de más y mejor información válida al momento de tomar su decisión electoral.

Los estudiosos del tema afirman que las campañas modernas se hicieron necesarias ante factores como la universalización del sufragio, la existencia del pluralismo político, la incorporación de los derivados de las tecnologías de la información y comunicación, la activa participación ciudadana, la transformación de los ciudadanos políticos en consumidores electorales, factores enmarcados en sociedades democráticas. La trascendencia de los procesos electorales y las instituciones responsables de su organización han sido objeto de constantes modificaciones o innovaciones que persiguen la adecuación de la dinámica democrática a las exigencias sociales y a las tendencias modernizadoras globales. Una de estas innovaciones es el debate televisado de candidatos a un puesto de elección popular que, si bien no es un elemento nuevo en los comicios de algunos países, sigue causando impacto en el electorado.

Los debates electorales son atractivos como objeto de estudio ya que implican analizar transformaciones puntuales en el contexto del sistema político donde se llevan a cabo. Son de utilidad a la formación de la cultura política y al incentivo de la democracia directa, debido a que una de sus singularidades remite a la oportunidad generada a los electores de escuchar las posiciones de los candidatos respecto a temas de interés general y actuar en consecuencia. Uno de los factores por los que se actúa en consecuencia lo conforman las propuestas de alternativa de solución a problemas generales, como seguridad, educación, salud, transporte, empleo, carencia de infraestructura urbana o los deleznables actos de corrupción.

Sin embargo, y a pesar de su trascendencia en los debates se sigue recurriendo, en menor medida, a la manipulación del electorado mediante propuestas poco viables o atacando a los contrincantes. Tampoco es para alarmarse, hay que recordar que lo que priva en las campañas es la estrategia del “todo vale” que ha relegado de la plaza pública a elementos importantes para la construcción de escenarios democráticos, como la riqueza de los planteamientos ideológicos, la disputa por los proyectos de nación y las alternativas para consolidar sociedades plurales, tolerantes, incluyentes y equitativas. Críticos de esta opción la culpan por la más reciente contaminación de la política, así como de causar la pérdida del significado de ciudadano para transformarlo en consumidor electoral.

En fin, por encima de las estrategias utilitarias se encuentra su capacidad de discernir entre lo viable y lo superfluo, le recomiendo ver y analizar los debates y actuar en consecuencia. Recuerde: “su voto vale”.

Estimada y/o estimado elector, si usted aún no decide por cuál partido o candidato votar, le recomiendo revisar los debates televisados organizados por el Instituto Estatal Electoral o por las diversas organizaciones públicas o privadas que, cumpliendo con su responsabilidad social, aportan a los procesos democráticos. La semana pasada atestiguamos el encuentro de candidatas y candidatos a la gubernatura, el próximo viernes se desarrollará el propio en el Municipio de Juárez. Por favor no caiga en el juego de responder “quién ganó? quién perdió?”, es mejor analizar la congruencia de las posturas de las y los participantes frente a las necesidades generales y así allegarse de más y mejor información válida al momento de tomar su decisión electoral.

Los estudiosos del tema afirman que las campañas modernas se hicieron necesarias ante factores como la universalización del sufragio, la existencia del pluralismo político, la incorporación de los derivados de las tecnologías de la información y comunicación, la activa participación ciudadana, la transformación de los ciudadanos políticos en consumidores electorales, factores enmarcados en sociedades democráticas. La trascendencia de los procesos electorales y las instituciones responsables de su organización han sido objeto de constantes modificaciones o innovaciones que persiguen la adecuación de la dinámica democrática a las exigencias sociales y a las tendencias modernizadoras globales. Una de estas innovaciones es el debate televisado de candidatos a un puesto de elección popular que, si bien no es un elemento nuevo en los comicios de algunos países, sigue causando impacto en el electorado.

Los debates electorales son atractivos como objeto de estudio ya que implican analizar transformaciones puntuales en el contexto del sistema político donde se llevan a cabo. Son de utilidad a la formación de la cultura política y al incentivo de la democracia directa, debido a que una de sus singularidades remite a la oportunidad generada a los electores de escuchar las posiciones de los candidatos respecto a temas de interés general y actuar en consecuencia. Uno de los factores por los que se actúa en consecuencia lo conforman las propuestas de alternativa de solución a problemas generales, como seguridad, educación, salud, transporte, empleo, carencia de infraestructura urbana o los deleznables actos de corrupción.

Sin embargo, y a pesar de su trascendencia en los debates se sigue recurriendo, en menor medida, a la manipulación del electorado mediante propuestas poco viables o atacando a los contrincantes. Tampoco es para alarmarse, hay que recordar que lo que priva en las campañas es la estrategia del “todo vale” que ha relegado de la plaza pública a elementos importantes para la construcción de escenarios democráticos, como la riqueza de los planteamientos ideológicos, la disputa por los proyectos de nación y las alternativas para consolidar sociedades plurales, tolerantes, incluyentes y equitativas. Críticos de esta opción la culpan por la más reciente contaminación de la política, así como de causar la pérdida del significado de ciudadano para transformarlo en consumidor electoral.

En fin, por encima de las estrategias utilitarias se encuentra su capacidad de discernir entre lo viable y lo superfluo, le recomiendo ver y analizar los debates y actuar en consecuencia. Recuerde: “su voto vale”.