Luego de que un grupo de personas en situación de movilidad rompió el alambre de púas e intentó forzar la malla para ingresar a la fuerza a territorio estadounidense, los elementos de la Guardia Nacional de Texas reinstalaron el alambre y reforzaron la seguridad.
Ayer por la mañana había un aproximado de trescientos migrantes esperando entregarse a la patrulla fronteriza, entre ellos las personas que entraron a la fuerza.
En cuatro camiones fueron trasladados a los Centros de Procesamiento, por el área del bordo del Río Bravo a la altura de la puerta 36.
En el lugar había presencia de personal del Instituto Nacional de Migración, (INM), quienes a la distancia observaron la actividad de las personas en situación de movilidad.
Luego de reinstalar los alambres de púas, los elementos de la Guardia Nacional de Texas se anticiparon a la malla para evitar que continuarán cruzando.
Para las 10:50 de la mañana en el lugar había un aproximado de trescientos migrantes, algunos haciendo fila y otros aglomerados en la puerta 36.
En esa área había un aproximado de cuarenta elementos de la Guardia Nacional del Estado de Texas, además de la Patrulla Fronteriza.
Continúan en el lugar las casas de campaña instaladas, alrededor de quince, en su mayoría con cobijas y algunas con bolsas, además encendieron fogatas con ropa y mochilas.
Para las 11:30 de la mañana ya había dos camiones esperando trasladar a los migrantes a Centros de Procesamiento y media hora después llegó un tercer camión.
“Queremos agua, queremos comida”, gritaron algunas de las personas en situación de movilidad, ya del lado americano del Río Bravo.
Algunas personas cruzaban nuevamente el río al lado mexicano para ir a las tiendas a comprar principalmente agua y algo de alimento.
“Aquí esto es duro, complicado, tres días aguantando frío”, informó un migrante hondureño.
El hondureño y otro migrante de Venezuela dijeron que llegaron a esta frontera caminando.
“Llegamos caminando desde Honduras y nosotros de Venezuela, no dan raid ni nada, caminando a pata hasta donde lleguemos, llegamos a pueblos y nos corren, no quieren a los migrantes”, agregó.
Con respecto a si vale la pena el riesgo que atraviesan para buscar el sueño americano, el migrante hondureño dijo “es lo que buscamos todos (un mejor futuro), buscamos un futuro para los hermanos de uno”.
“Tengo una amiga que ingresó ayer en la noche y ahorita está del otro lado, ahorita no nos permiten, hay unos que entraron a la fuerza y los tienen separados, yo creo que los van a mandar a Venezuela, los tienen arrodillados como unos perros”, expresó.