El primer santo oriental canonizado desde el siglo XIII, San Charbel estará en Ciudad Juárez por medio de sus reliquias, serán tres días, en la misma cantidad de parroquias a donde los juarenses podrán acudir a venerarlo, comentó para El Heraldo de Juárez, el padre Manuel Bañuelos.
¿Cuándo estarán las reliquias de San Charbel en Ciudad Juárez?
Las pertenencias de San Charbel estarán desde el 21 al 23 de junio, “van a llagar de este miércoles al otro, será por la tarde directo a la Parroquia Señor de la Misericordia que se ubica en Valentín Fuentes y Simona Barba, donde se tendrá una misa con los sacerdotes, seminaristas y religiosos, donde permanecerá hasta las 10:00 de la noche”, dijo el párroco.
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“El día jueves para las 9:30 de la mañana se dirigen las reliquias a la Catedral de la ciudad y llegará aproximadamente las 11:00 y a las 12:00 el señor Obispo dar misa donde se pedirá por los migrantes, la violencia e la ciudad, por las mujeres que viven violencia pidiendo por los enfermos, para las 6:00 estará en la capilla de San Charbel en el fraccionamiento Haciendas”, detalló el sacerdote.
Habrá una velada con las reliquias expuestas, para el viernes en punto de las 10:00 se trasladaran las reliquias a la iglesia Nuestra Señora de la Consolación, donde se tendrá un encuentro con niños y jóvenes posteriormente se realizará un rezo denominado vísperas, para despedir las cenizas”, resaltó Bañuelos.
“La misa maronita se lleva a cabo en la capilla de San Charbel el mismo viernes en la mañana, tenemos juarenses que les gusta y acude con regularidad, subrayó el padre.
¿Quién fue San Charbel?
Este santo nació el 8 de mayo de 1828 en Beqaa-Kafra, el lugar habitado más alto del Líbano. Creció con su madre y el ejemplo de sus tíos; a la edad de veintitrés, dejó su casa en secreto y entró al monasterio de Nuestra Señora de Mayfuq, tomando el nombre de un mártir Sirio: Charbel.
Fue ordenado sacerdote en 1859 por Mons. José al Marid, bajo el patriarcado de Paulo I Pedro Masad. Fijó como su residencia el monasterio de San Marón en Annaya, donde el Padre Charbel vivió en esta comunidad por 15 años siendo un monje dedicado a la oración, apostolado y la lectura espiritual.
Tiempo después sintió el llamado a la vida ermitaña y el 13 de febrero de 1875 recibió la autorización para ponerla en práctica. Desde ese momento se dedicó a la oración (rezaba 7 veces al día la Liturgia de las Horas), ascesis, penitencia y el trabajo manual. Comía una vez al día y permanecía en silencio. La única perturbación a su oración se generaba por la cantidad de visitantes que llegaban atraídos por consejos, la promesa de oración o algún milagro.
Fue beatificado el 5 de diciembre de 1965 por el Papa Pablo VI, durante la clausura del Concilio Vaticano II. Su canonización se realizó el 9 de octubre de 1977 durante el Sínodo Mundial de Obispos. Su devoción se ha extendido en el Líbano, pero también ha cruzado las fronteras a América y en especial en México donde se lo venera fuertemente.
