El proceso al interior de los partidos políticos por nombrar a la candidata o candidato a la presidencia de Juárez sigue su marcha. Adriana Fuentes Téllez, Esther Mejía, Javier González Mocken, Gabriel Flores, Benjamín Carrera, Rodolfo Martínez, Cruz Pérez Cuéllar, Arón Yáñez entre otras y otros juarenses han expresado la intención de ser la o el abanderado de determinado instituto político y posteriormente asumir el cargo de alcaldesa o alcalde. En ese listado se detectan personas preparadas, con trayectoria política interesante, de resultados.
Sin duda, gobernar un municipio como en el que vivimos es privilegio y responsabilidad. De todos es conocido el papel fundamental que Ciudad Juárez juega en diversos ámbitos de la vida pública como la lucha democrática, la consolidación de actores sociales o el desarrollo de la industria maquiladora de exportación, condiciones que hacen de la ciudad un polo de atracción para personas que buscan mejorar sus condiciones de vida.
Encabezar un municipio en nuestro país no es sencillo, si bien es cierto que la Constitución mexicana consagra a este nivel de gobierno como núcleo de la división política – adminsitrativa – territorial en México, limitantes políticas y económicas estructurales se convierten en pérdida de su soberanía arriesgando el ideal del “municipio libre”, la expansión del fortalecimiento del Estado central actúa en contra de la estrategia municipalista de gasto e inversión, erosionando las capacidades gestoras para el desarrollo social local. En el caso del Municipio de Juárez, el fortalecimiento del centralismo se agudiza debido a las carencias históricas sufridas a pesar de que la región es fuente importante de impuestos.
Un claro ejemplo de la subordinación financiera del municipio a decisiones centralistas sobre problemas locales son los recursos destinados en forma de subsidios o fondos extraordinarios para enfrentar la inseguridad, siempre sujetos a lógicas y prioridades definidas fuera de la influencia de los municipios. La reducción o eliminación desde el centro de la inversión pública para enfrentar las diversas crisis de inseguridad pública contraviene la recomendación de fortalecer e impulsar la soberanía municipal, por igual, implica el aumento de los riesgos asociados al incremento de las actividades delincuenciales.
La amenaza del Estado central a la soberanía municipal es sólo uno de los retos que se enfrentan: el desmedido crecimiento de la mancha urbana, abandono de casas habitación, carencia de espacios públicos, gestión del agua, precariedad alimentaria, repatriaciones de connacionales, informalidad laboral, malas finanzas locales, deuda agobiante, arribo de migrantes, calles en mal estado, transporte público deficiente, efectos de la contingencia sanitaria y una larga lista de problemas son los que se resisten en los municipios de México y que toda o todo interesado en gobernar debería tener pleno conocimiento.
En el caso de nuestro municipio, la próxima o próximo alcalde tiene varias fuentes de información sobre la realidad juarense, una de ellas es Plan Estratégico de Juárez y los diversos informes que genera o los diagnósticos y propuestas de políticas públicas que se producen al interior de las diversas instituciones de educación pública. Lo importante es que se tomen decisiones públicas con base en información sólida de fuentes confiables, transitar períodos de gobierno pudiese ser más sencillo si se hace con mejor acercamiento a las necesidades sociales.
Hoy como nunca las y los juarenses necesitamos de liderazgos políticos que basen su mandato en la racionalidad y no en anteponer intereses de grupo, con seguridad la contingencia sanitaria traerá más dificultades a nuestra compleja realidad. Los diversos retos que enfrenta el municipio exige gobernantes preparados, informados, capacitados para que Juárez vuelva a ser “la frontera más fabulosa y bella del mundo”. Lo merecemos.
