/ domingo 18 de febrero de 2024

Tu Trámite, Aquí… cercanía y comunicación

Con mucho gusto saludo a los lectores de El Heraldo de Juárez, y agradezco sinceramente el espacio entre sus páginas para compartir algunas líneas con los chihuahuenses; líneas con las cuales poder brindar información de interés, así como poner sobre la mesa algunos temas de interés común, para poder intercambiar opiniones y visiones sobre los asuntos que a todos nos conciernen.

No cabe duda de que el ejercicio editorial es una extraordinaria herramienta para mantener una comunicación cercana y abierta con la ciudadanía. Así lo ha sido para mí durante los últimos años, y agradezco la oportunidad de estar de nuevo entre las páginas de este prestigioso medio.

Y precisamente, el día de hoy, quisiera compartir un poco acerca de mi visión con respecto a la cercanía que debe prevalecer entre un Gobierno y la ciudadanía. En repetidas ocasiones he expresado mi convicción personal de que una administración gubernamental no debe nunca convertirse en un obstáculo para el crecimiento y el desarrollo, sino todo lo contrario, debe ser siempre un aliciente para el crecimiento e impulso de todos.

El Estado de Derecho requiere orden y gestión. Todos los trámites y las responsabilidades administrativas que un Gobierno exige, deben existir bajo esta premisa. El desorden y la informalidad contribuyen al debilitamiento de nuestra estabilidad social, y como ciudadanos, participamos de ese orden siempre que acudimos a alguna instancia gubernamental para realizar un trámite de cualquier tipo.

Es por eso que cuando las instituciones se tornan en laberintos sin salida, se convierten así, en la fuente de su propia desestabilización. La burocracia pesada y excesiva deshumaniza a las personas, e inhibe el cumplimiento de sus responsabilidades administrativas con el Estado de Derecho.

No hace mucho tiempo, la realización de un trámite significaba la inversión de una gran cantidad de tiempo. ¿Quién no ha pasado un día entero tratando de poner en regla el estatus de un vehículo? ¿Quién no se ha sentido atrapado en un callejón sin salida cuando quiere cumplir sus responsabilidades ciudadanas?

Pero la peor cara de la burocracia se presenta cuando la ineficacia institucional inhibe la acción de la justicia. Dicho de otro modo, ¿Cuántas personas no han dejado de poner una denuncia por considerarlo una hazaña imposible? ¿Cuántas personas prefieren “dejar pasar” una injusticia para no enfrentarse al monstruo del laberinto administrativo?

Por eso, la digitalización de trámites no es asunto menor. Me atrevo a decir que cuando un Gobierno lleva su atención y servicios al mundo digital, cambia la vida de una sociedad entera.

Digitalizar trámites significa que las personas que viven lejos de la capital o en zonas alejadas de un centro de atención, puedan acceder a servicios y cumplimiento de responsabilidades sin salir de su casa. Significa que ya no es necesario pedir un día de permiso laboral o sacrificar un sábado entero para realizar algún trámite. Significa que el sistema ya no es tan vulnerable a la corrupción, pues los procesos están blindados de punta a punta.

Pero lograr que el Gobierno traslade sus servicios a la esfera de lo digital, requiere un trabajo ingente y una enorme voluntad, pues hay que cambiar estructuras y mentalidades de toda la vida; y sobre todo, hay que construir canales de comunicación seguros y confiables.

Hoy, los chihuahuenses se pueden sentir tranquilos y orgullosos de contar con una plataforma única e innovadora en este sentido. “Tú trámite aquí” reúne —por ahora— 32 trámites, que van desde pago de revalidación vehícular, hasta la presentación de una video denuncia. Hay diversas instituciones gubernamentales que ya se han sumado al esfuerzo de digitalización, como la Junta Municipal de Aguas y Saneamiento (JMAS), la Secretaría de Hacienda, y por supuesto, la Secretaría de la Función Pública, que coordina este proyecto.

Y seguiremos trabajando en este sentido, porque como Gobierno humanista, respetamos la dignidad de las personas acercando los trámites y servicios; y así, consolidamos una cultura del orden, la participación y el Estado de Derecho.

Con mucho gusto saludo a los lectores de El Heraldo de Juárez, y agradezco sinceramente el espacio entre sus páginas para compartir algunas líneas con los chihuahuenses; líneas con las cuales poder brindar información de interés, así como poner sobre la mesa algunos temas de interés común, para poder intercambiar opiniones y visiones sobre los asuntos que a todos nos conciernen.

No cabe duda de que el ejercicio editorial es una extraordinaria herramienta para mantener una comunicación cercana y abierta con la ciudadanía. Así lo ha sido para mí durante los últimos años, y agradezco la oportunidad de estar de nuevo entre las páginas de este prestigioso medio.

Y precisamente, el día de hoy, quisiera compartir un poco acerca de mi visión con respecto a la cercanía que debe prevalecer entre un Gobierno y la ciudadanía. En repetidas ocasiones he expresado mi convicción personal de que una administración gubernamental no debe nunca convertirse en un obstáculo para el crecimiento y el desarrollo, sino todo lo contrario, debe ser siempre un aliciente para el crecimiento e impulso de todos.

El Estado de Derecho requiere orden y gestión. Todos los trámites y las responsabilidades administrativas que un Gobierno exige, deben existir bajo esta premisa. El desorden y la informalidad contribuyen al debilitamiento de nuestra estabilidad social, y como ciudadanos, participamos de ese orden siempre que acudimos a alguna instancia gubernamental para realizar un trámite de cualquier tipo.

Es por eso que cuando las instituciones se tornan en laberintos sin salida, se convierten así, en la fuente de su propia desestabilización. La burocracia pesada y excesiva deshumaniza a las personas, e inhibe el cumplimiento de sus responsabilidades administrativas con el Estado de Derecho.

No hace mucho tiempo, la realización de un trámite significaba la inversión de una gran cantidad de tiempo. ¿Quién no ha pasado un día entero tratando de poner en regla el estatus de un vehículo? ¿Quién no se ha sentido atrapado en un callejón sin salida cuando quiere cumplir sus responsabilidades ciudadanas?

Pero la peor cara de la burocracia se presenta cuando la ineficacia institucional inhibe la acción de la justicia. Dicho de otro modo, ¿Cuántas personas no han dejado de poner una denuncia por considerarlo una hazaña imposible? ¿Cuántas personas prefieren “dejar pasar” una injusticia para no enfrentarse al monstruo del laberinto administrativo?

Por eso, la digitalización de trámites no es asunto menor. Me atrevo a decir que cuando un Gobierno lleva su atención y servicios al mundo digital, cambia la vida de una sociedad entera.

Digitalizar trámites significa que las personas que viven lejos de la capital o en zonas alejadas de un centro de atención, puedan acceder a servicios y cumplimiento de responsabilidades sin salir de su casa. Significa que ya no es necesario pedir un día de permiso laboral o sacrificar un sábado entero para realizar algún trámite. Significa que el sistema ya no es tan vulnerable a la corrupción, pues los procesos están blindados de punta a punta.

Pero lograr que el Gobierno traslade sus servicios a la esfera de lo digital, requiere un trabajo ingente y una enorme voluntad, pues hay que cambiar estructuras y mentalidades de toda la vida; y sobre todo, hay que construir canales de comunicación seguros y confiables.

Hoy, los chihuahuenses se pueden sentir tranquilos y orgullosos de contar con una plataforma única e innovadora en este sentido. “Tú trámite aquí” reúne —por ahora— 32 trámites, que van desde pago de revalidación vehícular, hasta la presentación de una video denuncia. Hay diversas instituciones gubernamentales que ya se han sumado al esfuerzo de digitalización, como la Junta Municipal de Aguas y Saneamiento (JMAS), la Secretaría de Hacienda, y por supuesto, la Secretaría de la Función Pública, que coordina este proyecto.

Y seguiremos trabajando en este sentido, porque como Gobierno humanista, respetamos la dignidad de las personas acercando los trámites y servicios; y así, consolidamos una cultura del orden, la participación y el Estado de Derecho.