/ jueves 21 de octubre de 2021

Los economistas de la 4T

Comencemos por definir lo que es un monopolio, de acuerdo con la ciencia económica: es un privilegio especial que otorga el gobierno por el que se reserva en favor de un individuo o grupo en particular cierto campo de la producción, venta, compra o uso de alguna cosa, restringiendo a una persona o a muchas personas al libre ejercicio de funciones empresariales de manera legítima.

Por lo tanto, la reforma energética planteada por el gobierno de Morena y el presidente Andrés Manuel López Obrador es una medida monopólica de la A a la Z, pues plantea, entre otras cosas, que la CFE será la encargada de producir y despachar el 56% de la energía, lo cual restringe la capacidad de competir. Desde el punto de vista monopolístico, el problema no es que exista una empresa del gobierno, siempre y cuando compita, el problema es que tiene privilegios que son otorgados por el gobierno, no por las decisiones de los consumidores.

Ahora, definamos lo que es una intervención, de acuerdo con la ciencia económica: es la regulación de la actividad económica, situación que impide el libre ejercicio de las funciones empresariales, y si bien no pretende eliminar la propiedad privada, lo que sí pretende es implementar normas y prohibiciones que dificultan los procesos de producción, venta, compra o uso de alguna cosa, de tal manera que aunque exista la propiedad privada de los medios de producción, el gobierno es el encargado de decidir qué producir, cómo producir y cuánto producir.

Y finalmente, para dejar claro la situación del precio, de acuerdo con la ciencia económica: en un mercado libre no existe tal cosa como una empresa que controla sus precios, en una economía libreel precio de venta surge voluntariamente entre ambas partes participantes de la negociación. Cuando un grupo de empresas confabulan para fijar un precio por encima del precio natural del mercado, puede llegar una nueva empresa que está dispuesta a ofrecer un mejor bien y a un mejor precio, y hacer quebrar a las demás o, cuanto menos, les genera cuantiosas pérdidas a quienes estaban confabulando. Lo que habría que preguntarse es: ¿Por qué no llega esa nueva empresaque está dispuesta a ofrecer un mejor bien y a un mejor precio? Porque el mercado no es libre, así de simple.

Hernán Gómez Bruera, conductor del programa La Octava, en días recientes, durante un debate, le preguntó a la diputada por Morena, economista y empresaria, Carmen Patricia Armendáriz Guerra, ¿Cuáles son las principales razones, como legisladores, para votar a favor o en contra de la iniciativa de reforma eléctrica? A lo que la diputada por Morena respondió textualmente: “Lo más importante de entender en esto y por lo cual estamos apoyando la iniciativa del presidente es que es un cambio de régimen, es pasar a convertir a la provisión de energía eléctrica a toda la población como una iniciativa de estrategia, y por lo mismo, los cambios más importantes a la constitución se refieren a eso… y este punto, entenderlo te cambia el concepto de que es una economía de mercado porque la economía de mercado no considera sectores estratégicos y por lo tanto formación de precios diferenciada a la de una economía de mercado, esa es para mí la aportación más importante de esta nueva reforma energética”. Que es un cambio de régimen, dice la economista. Sus razones son meramente ideológicas, conceptualmente erróneas. Queda claro que si los economistas de la 4T supieran de economía no serían de la 4T.

Comencemos por definir lo que es un monopolio, de acuerdo con la ciencia económica: es un privilegio especial que otorga el gobierno por el que se reserva en favor de un individuo o grupo en particular cierto campo de la producción, venta, compra o uso de alguna cosa, restringiendo a una persona o a muchas personas al libre ejercicio de funciones empresariales de manera legítima.

Por lo tanto, la reforma energética planteada por el gobierno de Morena y el presidente Andrés Manuel López Obrador es una medida monopólica de la A a la Z, pues plantea, entre otras cosas, que la CFE será la encargada de producir y despachar el 56% de la energía, lo cual restringe la capacidad de competir. Desde el punto de vista monopolístico, el problema no es que exista una empresa del gobierno, siempre y cuando compita, el problema es que tiene privilegios que son otorgados por el gobierno, no por las decisiones de los consumidores.

Ahora, definamos lo que es una intervención, de acuerdo con la ciencia económica: es la regulación de la actividad económica, situación que impide el libre ejercicio de las funciones empresariales, y si bien no pretende eliminar la propiedad privada, lo que sí pretende es implementar normas y prohibiciones que dificultan los procesos de producción, venta, compra o uso de alguna cosa, de tal manera que aunque exista la propiedad privada de los medios de producción, el gobierno es el encargado de decidir qué producir, cómo producir y cuánto producir.

Y finalmente, para dejar claro la situación del precio, de acuerdo con la ciencia económica: en un mercado libre no existe tal cosa como una empresa que controla sus precios, en una economía libreel precio de venta surge voluntariamente entre ambas partes participantes de la negociación. Cuando un grupo de empresas confabulan para fijar un precio por encima del precio natural del mercado, puede llegar una nueva empresa que está dispuesta a ofrecer un mejor bien y a un mejor precio, y hacer quebrar a las demás o, cuanto menos, les genera cuantiosas pérdidas a quienes estaban confabulando. Lo que habría que preguntarse es: ¿Por qué no llega esa nueva empresaque está dispuesta a ofrecer un mejor bien y a un mejor precio? Porque el mercado no es libre, así de simple.

Hernán Gómez Bruera, conductor del programa La Octava, en días recientes, durante un debate, le preguntó a la diputada por Morena, economista y empresaria, Carmen Patricia Armendáriz Guerra, ¿Cuáles son las principales razones, como legisladores, para votar a favor o en contra de la iniciativa de reforma eléctrica? A lo que la diputada por Morena respondió textualmente: “Lo más importante de entender en esto y por lo cual estamos apoyando la iniciativa del presidente es que es un cambio de régimen, es pasar a convertir a la provisión de energía eléctrica a toda la población como una iniciativa de estrategia, y por lo mismo, los cambios más importantes a la constitución se refieren a eso… y este punto, entenderlo te cambia el concepto de que es una economía de mercado porque la economía de mercado no considera sectores estratégicos y por lo tanto formación de precios diferenciada a la de una economía de mercado, esa es para mí la aportación más importante de esta nueva reforma energética”. Que es un cambio de régimen, dice la economista. Sus razones son meramente ideológicas, conceptualmente erróneas. Queda claro que si los economistas de la 4T supieran de economía no serían de la 4T.