/ viernes 11 de octubre de 2019

Sigue el problema de migración

En esta ocasión quiero tratar un asunto, que nos preocupa desde hace varios meses, nuestros hermanos connacionales. De los cuales, aproximadamente 3 mil se encuentran a faldas de los puentes internacionales, en espera de tener un turno de solicitud de asilo político en Estados Unidos.

Estos hombres, mujeres y niños, son apoyados en su mayoría por asociaciones civiles. O bien, por ciudadanos que no pertenecen a alguna agrupación y su único interés es ayudar al prójimo. Estos hechos, son más que aplaudibles. ¿Y la autoridad, que papel está ejerciendo? Hace unos meses, cuando llegaron las caravanas de refugiados provenientes de Centroamérica, se realizaron diversas acciones de las tres esferas de Gobierno. Incluso como bien recordamos, se les dio protección y resguardo en el Gimnasio del Colegio de Bachilleres. Ahora nos dejan mucho a desear los resultados.

Estamos a días, en que inicie el descenso de temperatura y como bien sabemos, la mayoría de los migrantes son originarios del sur del país, no están acostumbrados a el clima extremoso de nuestra ciudad. A pesar de la comunidad que actúa con buena voluntad, falta auxilio.

Sin lugar a dudas, vemos una actuación bipolar. Hace unos meses, el Gobierno norteamericano, presionó a nuestro país para detener la oleada de indocumentados provenientes de Centroamérica. Inmediatamente hubo recursos de la federación que llegaron a nuestra ciudad, con fin de otorgar lo necesario a los indocumentados. Pero ahora, en qué consistirá ese cambio de actitud y falta de apoyo humanitario. ¿Sera acaso que, en el primer término, existió la mano que exigía actuar a cambio de no aumentar los aranceles?

Aquí no hay chantajes de por medio, pero hemos visto como varios niños tienen frio, hambre, sed, soportan las temperaturas. ¿Hay voluntad política en nuestro país, o se actúa solo a conveniencias internacionales? Hay miembros de iglesias, que he visto muchos más activos, que funcionarios de Desarrollo Social.

Y si preguntamos, simplemente las autoridades nos dirán que no hay recursos suficientes para brindar protección a los migrantes. Hay tantos organismos de donde se supone que pueden echar mano y al final no se ve nada. Como muestra el fideicomiso de puentes internacionales, que aún no se cumple en su totalidad una obra completa. Quizá en las próximas elecciones, veamos a políticos, disfrazados de ángeles, que aparecerán en varias redes sociales, ayudando a todos los necesitados y aparecerán comiendo en un lugar sencillo. Por lo pronto, como aun no estamos en esa época, despertamos a la triste realidad y lo que nos queda en este tema, es ayudarnos entre nosotros, como mexicanos con una misma historia.




En esta ocasión quiero tratar un asunto, que nos preocupa desde hace varios meses, nuestros hermanos connacionales. De los cuales, aproximadamente 3 mil se encuentran a faldas de los puentes internacionales, en espera de tener un turno de solicitud de asilo político en Estados Unidos.

Estos hombres, mujeres y niños, son apoyados en su mayoría por asociaciones civiles. O bien, por ciudadanos que no pertenecen a alguna agrupación y su único interés es ayudar al prójimo. Estos hechos, son más que aplaudibles. ¿Y la autoridad, que papel está ejerciendo? Hace unos meses, cuando llegaron las caravanas de refugiados provenientes de Centroamérica, se realizaron diversas acciones de las tres esferas de Gobierno. Incluso como bien recordamos, se les dio protección y resguardo en el Gimnasio del Colegio de Bachilleres. Ahora nos dejan mucho a desear los resultados.

Estamos a días, en que inicie el descenso de temperatura y como bien sabemos, la mayoría de los migrantes son originarios del sur del país, no están acostumbrados a el clima extremoso de nuestra ciudad. A pesar de la comunidad que actúa con buena voluntad, falta auxilio.

Sin lugar a dudas, vemos una actuación bipolar. Hace unos meses, el Gobierno norteamericano, presionó a nuestro país para detener la oleada de indocumentados provenientes de Centroamérica. Inmediatamente hubo recursos de la federación que llegaron a nuestra ciudad, con fin de otorgar lo necesario a los indocumentados. Pero ahora, en qué consistirá ese cambio de actitud y falta de apoyo humanitario. ¿Sera acaso que, en el primer término, existió la mano que exigía actuar a cambio de no aumentar los aranceles?

Aquí no hay chantajes de por medio, pero hemos visto como varios niños tienen frio, hambre, sed, soportan las temperaturas. ¿Hay voluntad política en nuestro país, o se actúa solo a conveniencias internacionales? Hay miembros de iglesias, que he visto muchos más activos, que funcionarios de Desarrollo Social.

Y si preguntamos, simplemente las autoridades nos dirán que no hay recursos suficientes para brindar protección a los migrantes. Hay tantos organismos de donde se supone que pueden echar mano y al final no se ve nada. Como muestra el fideicomiso de puentes internacionales, que aún no se cumple en su totalidad una obra completa. Quizá en las próximas elecciones, veamos a políticos, disfrazados de ángeles, que aparecerán en varias redes sociales, ayudando a todos los necesitados y aparecerán comiendo en un lugar sencillo. Por lo pronto, como aun no estamos en esa época, despertamos a la triste realidad y lo que nos queda en este tema, es ayudarnos entre nosotros, como mexicanos con una misma historia.