/ jueves 24 de diciembre de 2020

Acerca del aumento al salario mínimo

El aumento al salario mínimo por decreto es un error que causa efectos contraproducentes a lo beneficioso que pretende ser. Quien decide incrementar las ganancias de los trabajadores a través de una orden de gobierno, lo hace porque desconoce cómo funciona el sistema de producción y el ciclo económico, a través del cual se desarrollan los productos y servicios que llegan a los consumidores. El objetivo del aumento al salario mínimo, dicen los políticos, tiene el objetivo de estimular el consumo y agrandar el poder de compra de la gente.

La estructura productiva es muy compleja, se compone de diversas etapas en donde se realizan variadas funciones empresariales entre compradores y vendedores, y entre los dueños de las herramientas y quienes trabajan con esas herramientas, a estas actividades se les conoce como etapas o bienes de segundo orden, tercer orden, cuarto orden, quinto orden y así sucesivamente, según las etapas o bienes indispensables para desarrollar un producto o servicio, o también se les puede definir como etapas intermedias porque están a la mitad del proceso productivo, antes de ofrecer el producto o servicio a los consumidores, que es el fin y que se le puede definir como etapa de consumo o bienes de primer orden.

Pongamos un ejemplo: venderle un carro a un consumidor es una etapa de primer orden o también se le puede considerar al carro como un bien de primer orden, porque está listo para ser utilizado. Sin embargo, antes de llegar a la etapa de primer orden que es la venta del carro o antes que el carro se convierta en un bien de primer orden, listo para ser vendido, hay etapas intermedias o de segundo orden, tercer orden, cuarto orden, quinto orden o más, en las que se desarrollan otros productos, también llamados bienes intermedios, que sirven para producir el carro. En esas etapas intermedias, se realizan una enorme cantidad de transacciones entre compradores y vendedores de bienes intermedios, y también se realizan transacciones entre los dueños de las herramientas y quienes trabajan con las herramientas.

Siguiendo con el ejemplo: las transacciones que se realizan y las ganancias que se obtienen durante las etapas intermedias, donde se producen los bienes de segundo orden, tercer orden, cuarto orden, quinto orden o más, superan por mucho en valor y cantidad a la última etapa en donde se realiza la venta al consumidor, o sea la venta del bien de primer orden. Las etapas intermedias o de bienes intermedios superan en valor y cantidad al producto final: superan en valor, en la medida que son necesarias para producir el producto final y superan en cantidad, en la medida en que se paga más por las piezas y por el trabajo realizado durante todo el ciclo de producción.

Por lo tanto, con ese ejemplo en donde de manera muy general, sin entrar en detalles técnicos ni contables, se explica el sistema de producción y el ciclo económico, queda claro que las etapas productivas o intermedias son tan importantes o incluso más que la etapa final o de consumo. De hecho, la etapa final o de consumo es solo una pequeña parte, quizá un cuarto o un tercio, menos de la mitad, de todas las ganancias obtenidas, en comparación con lo que se obtiene durante las etapas productivas en donde se realizan una enorme cantidad de transacciones pero no por un bien de consumo, sino por un bien intermedio que es parte de otro bien final más grande.

Durante todo el proceso productivo, durante todas las etapas mencionadas, participan los dueños de las herramientas en conjunto con los trabajadores que realizan sus actividades con esas herramientas de los dueños. Pero si los dueños tienen que pagar más, limitan su ganancia y limitan el ahorro que después se convierte en inversión. Entonces, ¿con qué dinero se van a adquirir más y mejores herramientas para producir? Lo que pasa es que se va a producir menos y al haber menos cantidad, calidad y variedad de productos, pero salarios más altos, hay dos consecuencias, entre tantas otras: los precios de los productos suben al haber más gente que quiere adquirirlos, por lo tanto, el salario real baja porque aunque nominalmente suba, como también subieron los precios, entonces ni siquiera así alcanza; y segundo, quienes realicen actividades por debajo del salario mínimo establecido, terminarán desempleados a consecuencia de la misma ley que impuso el gobierno o terminarán en empleos informales.

El decreto de la subida del salario mínimo no estimula el consumo presente ni mejora la calidad de vida de la gente en el futuro. El ahorro presente y la producción de una mayor cantidad, calidad y variedad de productos y servicios a futuro, sí estimulan el consumo y mejoran la calidad de vida de la gente. Esta explicación, de forma muy general, incluso grotesca, sin más detalles, intenta dar a entender el error del aumento del salario mínimo por decreto. Se necesita más producción y menos consumo. El consumo es la etapa final.


El aumento al salario mínimo por decreto es un error que causa efectos contraproducentes a lo beneficioso que pretende ser. Quien decide incrementar las ganancias de los trabajadores a través de una orden de gobierno, lo hace porque desconoce cómo funciona el sistema de producción y el ciclo económico, a través del cual se desarrollan los productos y servicios que llegan a los consumidores. El objetivo del aumento al salario mínimo, dicen los políticos, tiene el objetivo de estimular el consumo y agrandar el poder de compra de la gente.

La estructura productiva es muy compleja, se compone de diversas etapas en donde se realizan variadas funciones empresariales entre compradores y vendedores, y entre los dueños de las herramientas y quienes trabajan con esas herramientas, a estas actividades se les conoce como etapas o bienes de segundo orden, tercer orden, cuarto orden, quinto orden y así sucesivamente, según las etapas o bienes indispensables para desarrollar un producto o servicio, o también se les puede definir como etapas intermedias porque están a la mitad del proceso productivo, antes de ofrecer el producto o servicio a los consumidores, que es el fin y que se le puede definir como etapa de consumo o bienes de primer orden.

Pongamos un ejemplo: venderle un carro a un consumidor es una etapa de primer orden o también se le puede considerar al carro como un bien de primer orden, porque está listo para ser utilizado. Sin embargo, antes de llegar a la etapa de primer orden que es la venta del carro o antes que el carro se convierta en un bien de primer orden, listo para ser vendido, hay etapas intermedias o de segundo orden, tercer orden, cuarto orden, quinto orden o más, en las que se desarrollan otros productos, también llamados bienes intermedios, que sirven para producir el carro. En esas etapas intermedias, se realizan una enorme cantidad de transacciones entre compradores y vendedores de bienes intermedios, y también se realizan transacciones entre los dueños de las herramientas y quienes trabajan con las herramientas.

Siguiendo con el ejemplo: las transacciones que se realizan y las ganancias que se obtienen durante las etapas intermedias, donde se producen los bienes de segundo orden, tercer orden, cuarto orden, quinto orden o más, superan por mucho en valor y cantidad a la última etapa en donde se realiza la venta al consumidor, o sea la venta del bien de primer orden. Las etapas intermedias o de bienes intermedios superan en valor y cantidad al producto final: superan en valor, en la medida que son necesarias para producir el producto final y superan en cantidad, en la medida en que se paga más por las piezas y por el trabajo realizado durante todo el ciclo de producción.

Por lo tanto, con ese ejemplo en donde de manera muy general, sin entrar en detalles técnicos ni contables, se explica el sistema de producción y el ciclo económico, queda claro que las etapas productivas o intermedias son tan importantes o incluso más que la etapa final o de consumo. De hecho, la etapa final o de consumo es solo una pequeña parte, quizá un cuarto o un tercio, menos de la mitad, de todas las ganancias obtenidas, en comparación con lo que se obtiene durante las etapas productivas en donde se realizan una enorme cantidad de transacciones pero no por un bien de consumo, sino por un bien intermedio que es parte de otro bien final más grande.

Durante todo el proceso productivo, durante todas las etapas mencionadas, participan los dueños de las herramientas en conjunto con los trabajadores que realizan sus actividades con esas herramientas de los dueños. Pero si los dueños tienen que pagar más, limitan su ganancia y limitan el ahorro que después se convierte en inversión. Entonces, ¿con qué dinero se van a adquirir más y mejores herramientas para producir? Lo que pasa es que se va a producir menos y al haber menos cantidad, calidad y variedad de productos, pero salarios más altos, hay dos consecuencias, entre tantas otras: los precios de los productos suben al haber más gente que quiere adquirirlos, por lo tanto, el salario real baja porque aunque nominalmente suba, como también subieron los precios, entonces ni siquiera así alcanza; y segundo, quienes realicen actividades por debajo del salario mínimo establecido, terminarán desempleados a consecuencia de la misma ley que impuso el gobierno o terminarán en empleos informales.

El decreto de la subida del salario mínimo no estimula el consumo presente ni mejora la calidad de vida de la gente en el futuro. El ahorro presente y la producción de una mayor cantidad, calidad y variedad de productos y servicios a futuro, sí estimulan el consumo y mejoran la calidad de vida de la gente. Esta explicación, de forma muy general, incluso grotesca, sin más detalles, intenta dar a entender el error del aumento del salario mínimo por decreto. Se necesita más producción y menos consumo. El consumo es la etapa final.