/ martes 1 de octubre de 2019

Greta Thunberg y Carlos Santamaría

Si dos niños, como Greta Thunberg de 16 años y Carlos Santamaría de 13 años, realizan actividades de adultos con el consentimiento de los padres, son decisiones que deben aceptarse como parte del respeto al proyecto de vida del prójimo, pero entonces hay que partir de que su vida o el desarrollo durante su juventud en ningún aspecto puede ser normal, porque están saltando etapas que la biología le exige a un ser humano.

El problema de introducir a los niños en los ambientes de los adultos, es que los niños se siguen comportando como niños. Parece muy obvio, pero no lo es. Si fuera obvio, alejarían a los niños de los peligros de los adultos. Porque al introducir a los niños en situaciones de los adultos, se les exige como adultos, y los niños responden como niños, porque no tienen otra manera de responder.

El caso de Greta Thunberg es ridículo y miserable. Primero, es ridículo porque los argumentos que ofrece acerca del cambio climático están estructurados a modo. Es decir, evidentemente el planeta ha experimentado cambios que han sido provocados por el desarrollo social, tecnológico y económico. Sin embargo, el desarrollo ha permitido mejorar la calidad de vida de los seres humanos durante los últimos 200 años en los que pasamos de 95% de pobres y 5% de ricos a 95% de ricos y 5% de pobres.

El sistema capitalista y el enorme desarrollo han permitido encontrar soluciones a problemas que antes eran imposibles de solucionar y seguramente encontrará soluciones a problemas que en el futuro serán más sencillos de resolver. Basta con decir que, por ejemplo, en cuanto a los avances médicos, hace siglos las personas desde el proletariado hasta la monarquía, morían de diarrea y hoy cada año se producen en menores de 5 años alrededor de 1,700 millones de casos de diarrea al año de los cuales solo 525 mil niños mueren, es decir menos del 0.05%.

Y específicamente, en el tema del cambio climático, que es acerca de lo que habla Greta Thunberg, ya se están desarrollando nuevas tecnologías para generar energía limpia. Existe una serie de factores tecnológicos que poco a poco se han ido desbloqueando, permitiendo el avance en la producción de diversas fuentes de energía y evidentemente, los gobiernos deberán quitar los candados o las regulaciones a la producción de nuevas energías no solo para volverse amigables ecológicamente, sino para ser más competitivos y generar más desarrollo.

Y finalmente, este caso de la niña es miserable porque la están utilizando con fines propagandísticos. Como dijo Ayn Rand en su libro “La virtud del egoísmo”, una de sus más grandes obras: “…Y la sola idea de utilizar a los niños como peones de ajedrez en un juego político debería indignar a todos los padres, de cualquier raza, credo o color”.

Mientras que el caso del niño Carlos Santamaría es muy diferente debido a que su padre argumenta maltrato por parte de los profesores de la UNAM, debido a la edad del niño, por lo que incluso ha procedido legalmente. Y desde el punto de vista del padre, es natural. Pero desde el punto de vista académico es inaceptable, pues se le ha pedido a la máxima casa de estudios en el país que mejore su legislación académica, a lo cual no debe acceder pues se legisla para todos, no para uno.

Con esto, no quiere decir que no se debe cuidar al niño Carlos Santamaría, pero se le debe cuidar igual que a los demás. A ningún niño en cualquiera área: academia, deporte, arte o cualquier otra, se le debe facilitar el camino por el solo hecho de ser niño. Al intentar posicionarse en un ambiente que no le es natural, el niño está obligado a adaptarse al ambiente, no modificar el ambiente de acuerdo con el niño, debido a que este no es un caso general como para modificar una legislación académica, es un caso en particular. En este momento, el potencial de Carlos Santamaría no es más importante que todo lo que han hecho otras personas por la comunidad científica en México.

Greta Thunberg

Greta Thunberg nació en Estocolmo, Suecia, el 3 de enero de 2003. Es una activista medioambiental sueca, centrada en los riesgos planteados por el cambio climático. En mayo de 2019, Thunberg apareció en la portada de la revista Time, que la nombró “líder de la próxima generación” y señaló que muchos la ven como un modelo a seguir. El 23 de septiembre de 2019 Thunberg ofreció un discurso en la sede de Naciones Unidas en Nueva York, Estados Unidos, donde había sido invitada para participar en la Cumbre sobre la Acción Climática ONU de 2019.

Carlos Santamaría

Mexicano, de 13 años de edad, aprobó el año pasado el examen de admisión de la UNAM para la carrera de Física Biomédica, en la Facultad de Ciencias. De acuerdo con el amparo con expediente 42/2019 en el séptimo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito, Fabián Santamaría, padre del niño, interpuso una denuncia contra el profesor José Antonio Alonso Pavón, que imparte la materia Taller 4 Biología Sintética, por difamación, acoso y discriminación.

Si dos niños, como Greta Thunberg de 16 años y Carlos Santamaría de 13 años, realizan actividades de adultos con el consentimiento de los padres, son decisiones que deben aceptarse como parte del respeto al proyecto de vida del prójimo, pero entonces hay que partir de que su vida o el desarrollo durante su juventud en ningún aspecto puede ser normal, porque están saltando etapas que la biología le exige a un ser humano.

El problema de introducir a los niños en los ambientes de los adultos, es que los niños se siguen comportando como niños. Parece muy obvio, pero no lo es. Si fuera obvio, alejarían a los niños de los peligros de los adultos. Porque al introducir a los niños en situaciones de los adultos, se les exige como adultos, y los niños responden como niños, porque no tienen otra manera de responder.

El caso de Greta Thunberg es ridículo y miserable. Primero, es ridículo porque los argumentos que ofrece acerca del cambio climático están estructurados a modo. Es decir, evidentemente el planeta ha experimentado cambios que han sido provocados por el desarrollo social, tecnológico y económico. Sin embargo, el desarrollo ha permitido mejorar la calidad de vida de los seres humanos durante los últimos 200 años en los que pasamos de 95% de pobres y 5% de ricos a 95% de ricos y 5% de pobres.

El sistema capitalista y el enorme desarrollo han permitido encontrar soluciones a problemas que antes eran imposibles de solucionar y seguramente encontrará soluciones a problemas que en el futuro serán más sencillos de resolver. Basta con decir que, por ejemplo, en cuanto a los avances médicos, hace siglos las personas desde el proletariado hasta la monarquía, morían de diarrea y hoy cada año se producen en menores de 5 años alrededor de 1,700 millones de casos de diarrea al año de los cuales solo 525 mil niños mueren, es decir menos del 0.05%.

Y específicamente, en el tema del cambio climático, que es acerca de lo que habla Greta Thunberg, ya se están desarrollando nuevas tecnologías para generar energía limpia. Existe una serie de factores tecnológicos que poco a poco se han ido desbloqueando, permitiendo el avance en la producción de diversas fuentes de energía y evidentemente, los gobiernos deberán quitar los candados o las regulaciones a la producción de nuevas energías no solo para volverse amigables ecológicamente, sino para ser más competitivos y generar más desarrollo.

Y finalmente, este caso de la niña es miserable porque la están utilizando con fines propagandísticos. Como dijo Ayn Rand en su libro “La virtud del egoísmo”, una de sus más grandes obras: “…Y la sola idea de utilizar a los niños como peones de ajedrez en un juego político debería indignar a todos los padres, de cualquier raza, credo o color”.

Mientras que el caso del niño Carlos Santamaría es muy diferente debido a que su padre argumenta maltrato por parte de los profesores de la UNAM, debido a la edad del niño, por lo que incluso ha procedido legalmente. Y desde el punto de vista del padre, es natural. Pero desde el punto de vista académico es inaceptable, pues se le ha pedido a la máxima casa de estudios en el país que mejore su legislación académica, a lo cual no debe acceder pues se legisla para todos, no para uno.

Con esto, no quiere decir que no se debe cuidar al niño Carlos Santamaría, pero se le debe cuidar igual que a los demás. A ningún niño en cualquiera área: academia, deporte, arte o cualquier otra, se le debe facilitar el camino por el solo hecho de ser niño. Al intentar posicionarse en un ambiente que no le es natural, el niño está obligado a adaptarse al ambiente, no modificar el ambiente de acuerdo con el niño, debido a que este no es un caso general como para modificar una legislación académica, es un caso en particular. En este momento, el potencial de Carlos Santamaría no es más importante que todo lo que han hecho otras personas por la comunidad científica en México.

Greta Thunberg

Greta Thunberg nació en Estocolmo, Suecia, el 3 de enero de 2003. Es una activista medioambiental sueca, centrada en los riesgos planteados por el cambio climático. En mayo de 2019, Thunberg apareció en la portada de la revista Time, que la nombró “líder de la próxima generación” y señaló que muchos la ven como un modelo a seguir. El 23 de septiembre de 2019 Thunberg ofreció un discurso en la sede de Naciones Unidas en Nueva York, Estados Unidos, donde había sido invitada para participar en la Cumbre sobre la Acción Climática ONU de 2019.

Carlos Santamaría

Mexicano, de 13 años de edad, aprobó el año pasado el examen de admisión de la UNAM para la carrera de Física Biomédica, en la Facultad de Ciencias. De acuerdo con el amparo con expediente 42/2019 en el séptimo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito, Fabián Santamaría, padre del niño, interpuso una denuncia contra el profesor José Antonio Alonso Pavón, que imparte la materia Taller 4 Biología Sintética, por difamación, acoso y discriminación.