“Una mirada al homicidio”
El homicidio, el atentar y quitar la vida a un ser humano por otro ser humano, intencionalmente, es una realidad acontecida desde lo que se sabe de la historia de la humanidad. Una etiología está narrada -por ejemplo- en el fratricidio descrito en el libro del Génesis. (Gen 4,1-6)
El incremento de homicidios en el país está en un crecimiento sin precedentes, siendo el sector juvenil uno de los segmentos de la sociedad mayormente afectados. Entre los homicidios lleva tiempo alarmando el alto número de víctimas mujeres, lo que motivó incluso el neologismo de “feminicidios” que durante muchos años acuñó los rótulos de los noticieros y ha llevado a diversas investigaciones sin dar resoluciones claras o convincentes.
Las narraciones sobre los eventos en que han acontecido homicidios, han acentuado las “leyendas negras” en diversas entidades del país, lo que ha generado un incremento en el estigma que se tiene sobre ciertas entidades y en particular sobre las zonas más populares y periféricas de la ciudad.
El homicidio no es un hecho aislado, está concatenado con muchos otros factores que influyen o bien son secuelas. El gobierno solo no puede ni podrá frenar la violencia dada entre los ciudadanos, principalmente aquello motivado por las drogas y la pobreza.
Dos analogías nos pueden ayudar para aproximarnos a comprender el fenómeno del homicidio:
* El primero de ellos es con el adagio de la pobreza que reza así: el pueblo no es pobre, se le ha empobrecido. Algo semejante podría decirse sobre el sujeto violento. No es violento, se le ha violentado. Esto en razón de que existe una correlación en dos vías entre la sociedad y el individuo, así igual del individuo hacia la sociedad.
* Analogía del homicidio con el ejercicio rítmico del corazón; la sístole y la diástole. Por la primera se entiende ese ejercicio de atracción, en la que el corazón atrae la sangre, viene de fuera hacia dentro, y la diástole es el movimiento opuesto; de dentro hacia afuera, la expansión de la sangre que envía a los diversos órganos.
¿Cuáles son las sístoles del homicidio? ¿qué es lo que atrae el homicidio? ¿cuáles son las diástoles del homicidio? ¿qué es lo que deja como estela?
a) Intento de respuesta a las sístores:
armas, alcohol, adicciones, pansexualismo, bandas, agrupaciones, engaño, dinero, poder, avaricia, estigmas, clima, accesos, medios masivos de comunicación.
b) Intento de respuesta sobre las diástoles:
fragmentación familiar, rencores, venganza, odio, revancha, tristezas, luto, frustración, impotencia, pena, vergüenza, remordimiento, culpabilidad
Todo homicidio tiene historia, sucede por un entramado de factores y repercute en otro entramado. Son ciclos mismos que se van acentuando y detonando. Son diversos los actores que entran en este universo temático, principalmente los de seguridad, los de prevención-educación, los de empleabilidad y los de ejemplaridad.
Un objetivo necesario es interrumpir los ciclos de violencia donde muchos de ellos acaecen en homicidios. Para esto se requiere de procesos y pasos…
Para interrumpir los ciclos de violencia se debe pasar…
De un acto puro de contención de violencia a una acción de prevención de violencia
De un fortalecimiento de instituciones policiacas a un fortalecimiento de las instituciones comunitarias.
De un separatismo de los detectados como actores de violencia a la incorporación de las comunidades en la vida de los actores generadores de violencia.
De un asistencialismo que sigue manteniendo en condiciones vulnerables a sectores más expuestos, principalmente los niños, adolescentes y las mujeres a un empoderamiento de éstos.
Para esto nos comprometemos a…
Promover e impulsar accesos y alternativas para los niños, adolescentes y jóvenes, principalmente los que están en menores condiciones de alcanzarlas.
Trabajar más en la proximidad vecinal, fortaleciendo pequeñas comunidades de base donde todos se sientan implicados de su propia seguridad y de opciones para un desarrollo integral
Crear mejores condiciones en lugares exponenciales y de alto riesgo que favorecen las acciones violentas, impulsadas y cuidadas por las propias comunidades.
Propiciar fuentes de emprendimiento laboral desde las mismas comunidades en las que puedan participar mujeres garantizando su posibilidad en espacios seguros.
No es una fórmula exacta, pero sí una posible ruta que nos ayude a creer que sí, que es posible.
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