/ sábado 8 de mayo de 2021

Día de las madres, colectivo popular del mexicano 

“Recordemos que la maternidad es lo que nos salva todos los días de ser menos egoístas”

Sin duda en nuestro país, tenemos una de las celebraciones más importantes en el mes de mayo y me refiero a “El día de las Madres”

De acuerdo a los especialistas este precepto surge de la observación del paisaje; referido a una de las letras calificada como la más antigua y sagrada, que es la letra “M” que simboliza a la sabiduría y al agua donde surge toda forma de vida en el planeta.

Por esta razón es que la palabra “madre” está asociada con la letra M, en todos los idiomas, ejemplos: Madre, Mare, Mère, Mae, Mother, Mutter, Moeder, Mor, Mathair, Mamm, Matb, Matka, Majka o Motina.

Es importante mencionar que este precepto también lo encontramos en la antigua cultura Quéchua, ubicada en la región de los andes, donde la palabra <mama> es una expresión que ya se utilizaba antes de la llegada de los peninsulares, a través del […Pachamama…]; que es una celebración, para festejar la vida que surge de la madre tierra y de la mujer.

El antecedente de esta celebración en nuestro país, fue propuesta en 1922 por Rafael Alducin, quien fuera fundador de un periódico en la Cd de México.

En ese tiempo el presidente Álvaro Obregón y el secretario de Educación, José Vasconcelos, quedaron complacidos con la propuesta, así que el 10 de mayo de 1922, quedo establecido como el arranque de esta celebración.

También se consideró el mes de mayo para esta celebración, por ser el mes consagrado a la Virgen María.

El antecedente de esta costumbre se ubica en la antigua Grecia, donde el mes mayo era dedicado a Artemisa, la diosa de la fertilidad.

Algo similar sucedía en la antigua Roma pues mayo era dedicado a Flora, la diosa de la vegetación. En aquella época celebraban los <ludi florals> o juegos florales, que se llevaban a cabo a finales de abril.

Razón por la que el 1 de mayo era considerado como el apogeo de la primavera.

Sin embargo en el caso de México, el origen de la celebración del “día de las madres” aparentemente, fue un pretexto para contrarrestar las demandas sobre la maternidad, que reclamaban las primeras mujeres feministas de los años veinte.

En aquel tiempo ya se había anunciado un congreso feminista en Yucatán, con la siguiente invitación:

“Se convoca a todas las mujeres honradas de Yucatán y foráneas, que posean cuando menos conocimientos de educación primaria, al Primer Congreso Feminista de Yucatán, el cual tendrá verificativo el 13 de enero de 1916, en el teatro Peón Contreras de la ciudad de Mérida”

El congreso se llevó a cabo del 13 al 16 de enero de 1916, al que asistieron 617 mujeres.

Los temas versaron sobre la educación, y la maternidad; además de ser reconocidas al derecho del sufragio femenino, y acabar con la imagen de la mujer y madre abnegada; estereotipo establecido durante el Porfiriato.

Recordemos que en los últimos siglos el rol de la mujer, ha estado vinculado a ser devota esposa y una sacrificada madre; no siempre por vocación, sino más bien por imposición cultural.

Curiosamente fue a partir de estos movimientos sociales, que comenzaron a tomar en cuenta que las madres de familia, como un factor determinante, para que el país se convirtiera en una nación próspera y civilizada.

Desde entonces, sabemos que existe un alto porcentaje de madres dedicadas a las tareas del hogar, además de ejercer su maternidad, también tienen un empleo remunerado que les permite llevar el sustento a su familia.

Pero más allá de la celebración y el reconocimiento, lo que se requiere es un verdadero cambio “cultural” de la idiosincrasia del mexicano hacia la mujer, por lo que es necesario desterrar el machismo hacia las mujeres y desmitificar la figura de la madre; solo así podremos reconocer el rol de la mujer madre de familia, cuyo valor radica más allá de una celebración de consumo.

Desde luego que la figura de una madre trasciende fronteras; es símbolo de fertilidad, comprensión y amor fraterno, además fortalece y orienta nuestra vida espiritual.

Recordemos que el arte de ser madre, no se aprende en ninguna escuela, debido a que en la maternidad se involucran sentimientos y emociones; razón por la que tiene un efecto humanizante.

Así que la mejor escuela de un niño, es el corazón de una madre.

No olvidemos que la unión de los mexicanos, surge precisamente del valor de la “vida” que se gesta por una madre y eso simplemente no tiene precio.


“Recordemos que la maternidad es lo que nos salva todos los días de ser menos egoístas”

Sin duda en nuestro país, tenemos una de las celebraciones más importantes en el mes de mayo y me refiero a “El día de las Madres”

De acuerdo a los especialistas este precepto surge de la observación del paisaje; referido a una de las letras calificada como la más antigua y sagrada, que es la letra “M” que simboliza a la sabiduría y al agua donde surge toda forma de vida en el planeta.

Por esta razón es que la palabra “madre” está asociada con la letra M, en todos los idiomas, ejemplos: Madre, Mare, Mère, Mae, Mother, Mutter, Moeder, Mor, Mathair, Mamm, Matb, Matka, Majka o Motina.

Es importante mencionar que este precepto también lo encontramos en la antigua cultura Quéchua, ubicada en la región de los andes, donde la palabra <mama> es una expresión que ya se utilizaba antes de la llegada de los peninsulares, a través del […Pachamama…]; que es una celebración, para festejar la vida que surge de la madre tierra y de la mujer.

El antecedente de esta celebración en nuestro país, fue propuesta en 1922 por Rafael Alducin, quien fuera fundador de un periódico en la Cd de México.

En ese tiempo el presidente Álvaro Obregón y el secretario de Educación, José Vasconcelos, quedaron complacidos con la propuesta, así que el 10 de mayo de 1922, quedo establecido como el arranque de esta celebración.

También se consideró el mes de mayo para esta celebración, por ser el mes consagrado a la Virgen María.

El antecedente de esta costumbre se ubica en la antigua Grecia, donde el mes mayo era dedicado a Artemisa, la diosa de la fertilidad.

Algo similar sucedía en la antigua Roma pues mayo era dedicado a Flora, la diosa de la vegetación. En aquella época celebraban los <ludi florals> o juegos florales, que se llevaban a cabo a finales de abril.

Razón por la que el 1 de mayo era considerado como el apogeo de la primavera.

Sin embargo en el caso de México, el origen de la celebración del “día de las madres” aparentemente, fue un pretexto para contrarrestar las demandas sobre la maternidad, que reclamaban las primeras mujeres feministas de los años veinte.

En aquel tiempo ya se había anunciado un congreso feminista en Yucatán, con la siguiente invitación:

“Se convoca a todas las mujeres honradas de Yucatán y foráneas, que posean cuando menos conocimientos de educación primaria, al Primer Congreso Feminista de Yucatán, el cual tendrá verificativo el 13 de enero de 1916, en el teatro Peón Contreras de la ciudad de Mérida”

El congreso se llevó a cabo del 13 al 16 de enero de 1916, al que asistieron 617 mujeres.

Los temas versaron sobre la educación, y la maternidad; además de ser reconocidas al derecho del sufragio femenino, y acabar con la imagen de la mujer y madre abnegada; estereotipo establecido durante el Porfiriato.

Recordemos que en los últimos siglos el rol de la mujer, ha estado vinculado a ser devota esposa y una sacrificada madre; no siempre por vocación, sino más bien por imposición cultural.

Curiosamente fue a partir de estos movimientos sociales, que comenzaron a tomar en cuenta que las madres de familia, como un factor determinante, para que el país se convirtiera en una nación próspera y civilizada.

Desde entonces, sabemos que existe un alto porcentaje de madres dedicadas a las tareas del hogar, además de ejercer su maternidad, también tienen un empleo remunerado que les permite llevar el sustento a su familia.

Pero más allá de la celebración y el reconocimiento, lo que se requiere es un verdadero cambio “cultural” de la idiosincrasia del mexicano hacia la mujer, por lo que es necesario desterrar el machismo hacia las mujeres y desmitificar la figura de la madre; solo así podremos reconocer el rol de la mujer madre de familia, cuyo valor radica más allá de una celebración de consumo.

Desde luego que la figura de una madre trasciende fronteras; es símbolo de fertilidad, comprensión y amor fraterno, además fortalece y orienta nuestra vida espiritual.

Recordemos que el arte de ser madre, no se aprende en ninguna escuela, debido a que en la maternidad se involucran sentimientos y emociones; razón por la que tiene un efecto humanizante.

Así que la mejor escuela de un niño, es el corazón de una madre.

No olvidemos que la unión de los mexicanos, surge precisamente del valor de la “vida” que se gesta por una madre y eso simplemente no tiene precio.