/ domingo 17 de abril de 2022

Celebrando la Semana Santa | “La religión, sin ningún tipo de filosofía, es idolatría”

Es común que cuando se habla de la Semana Santa, siempre se piensa en celebrar, públicamente a un ser sagrado o un hecho solemne, religioso o profano y al mismo tiempo, mostrar alegría por algo que se está festejando.

Sin embargo, comprender la Semana Santa, nos da una idea de las profundas creencias espirituales y culturales, que tienen los cristianos en diferentes países; entre fiestas populares, procesiones y ritos religiosos, con representaciones sagradas que rememoran la Pasión de Cristo.

De acuerdo a lo establecido, el tiempo litúrgico de la Semana Santa, inicia el Domingo de Ramos y finaliza el Domingo de Resurrección; así que, durante siete días, los cristianos viven la pasión, la muerte y la resurrección de Jesús.

Sabemos que el mundo está inundado de tecnología e informática, lo cual nos permite enterarnos al instante, de lo que ocurre en todas partes, de ahí que es muy común hablar de globalización, pero es necesario referir, que el primer intento de globalización que hubo en el planeta; fue el catolicismo en un sentido global e ideológico.

Cuyo antecedente está fechado, en el año 325 con el Concilio de Nicea, que fijó la fecha de celebración de Pascua.

A partir de esta fecha, cada país ha ido construyendo un conjunto propio de celebraciones, cuya finalidad principal es, celebrar o rememorar la pasión, muerte y resurrección del Mesías.

Es necesario recordar, que la diferencia entre cristianos y católicos, reside en que el término “cristianos”, engloba a todas las personas, comunidades e iglesias que siguen las enseñanzas de Jesús de Nazaret.

Por lo tanto, los católicos son un tipo específico de cristianos que se acogen a la interpretación de la Iglesia católica.

En este caso, el catolicismo es quizá el más numeroso y extendido, de manera que tiene un peso referencial muy importante.

De tal forma que las ideas que se construyeron en el inicio de la globalización cristiana, pasaron a constituir creencias firmes, sobre las cuales los creyentes han forjado su modo de vida.

Así que el ser humano “religioso”, es aquel que concibe no sólo su vida, sino el conjunto de la realidad, de acuerdo a esas creencias; pues vive en un ambiente impregnado por lo sagrado.

En este sentido, el mundo queda dividido en dos partes; en lugares sagrados y por supuesto los antagónicos, aquellos que se conocen como profanos, deshonestos y libertinos.

Desde luego que persiste el fenómeno de la globalización de creencias religiosas, incluso entre los científicos más destacados, que sin duda han considerado los pensamientos de filósofos como; Aristóteles, Sócrates, San Agustín, Tomas de Aquino, Hegel, Kant, Darwin, Nietzsche, Freud y otros más.

Todos ellos tienen algo en común; buscaron responder algunas cuestiones fundamentales sobre el sentido de la existencia del ser humano, la búsqueda de la verdad, la moral, la ética, la belleza, el lenguaje, la mente, entre otros.

Ahora en mundo está conformado por creyentes e incrédulos, en materia de religión, frente a todo juicio crítico, cada quien encuentra sus propias convicciones fincadas en sentimientos y emociones, que les reconfortan y además les otorgan esperanzas y consuelo, cuando las necesitan; sobre todo cuando se sienten perdidos y asustados.

De ahí que la fe, constituye la actitud vital previa que nos presenta esas creencias, como un elemento más de nuestra realidad.

La fe nos sitúa en el mundo de una determinada manera; es la conciencia de una dimensión trascendente, en todas las experiencias de la vida, que se traduce en una serie de creencias y actitudes.

Los académicos refieren que […las fuentes de la razón y de la racionalidad en cualquier cultura o civilización se encuentran en su religión, su filosofía y su jurisprudencia…]

Pero la ética y la filosofía, son tópicos que sólo atañe a los humanos y que poco o nada interesa a los dioses, dada su condición de inmortales.

Desde luego que la religión, es sin duda, uno de los fenómenos humanos más complejos de comprender.

Lo que distingue a la religión, no son las creencias, sino la creencia en la creencia.

Por supuesto que la semana santa, podría ser un tiempo de arrepentimiento y reflexión para algunos, pero para otros es sinónimo de vacaciones y algarabía, donde la semana santa, podría convertirse en la semana menos santa, de todas las semanas de todo el año.

¿Qué le parece?

Es común que cuando se habla de la Semana Santa, siempre se piensa en celebrar, públicamente a un ser sagrado o un hecho solemne, religioso o profano y al mismo tiempo, mostrar alegría por algo que se está festejando.

Sin embargo, comprender la Semana Santa, nos da una idea de las profundas creencias espirituales y culturales, que tienen los cristianos en diferentes países; entre fiestas populares, procesiones y ritos religiosos, con representaciones sagradas que rememoran la Pasión de Cristo.

De acuerdo a lo establecido, el tiempo litúrgico de la Semana Santa, inicia el Domingo de Ramos y finaliza el Domingo de Resurrección; así que, durante siete días, los cristianos viven la pasión, la muerte y la resurrección de Jesús.

Sabemos que el mundo está inundado de tecnología e informática, lo cual nos permite enterarnos al instante, de lo que ocurre en todas partes, de ahí que es muy común hablar de globalización, pero es necesario referir, que el primer intento de globalización que hubo en el planeta; fue el catolicismo en un sentido global e ideológico.

Cuyo antecedente está fechado, en el año 325 con el Concilio de Nicea, que fijó la fecha de celebración de Pascua.

A partir de esta fecha, cada país ha ido construyendo un conjunto propio de celebraciones, cuya finalidad principal es, celebrar o rememorar la pasión, muerte y resurrección del Mesías.

Es necesario recordar, que la diferencia entre cristianos y católicos, reside en que el término “cristianos”, engloba a todas las personas, comunidades e iglesias que siguen las enseñanzas de Jesús de Nazaret.

Por lo tanto, los católicos son un tipo específico de cristianos que se acogen a la interpretación de la Iglesia católica.

En este caso, el catolicismo es quizá el más numeroso y extendido, de manera que tiene un peso referencial muy importante.

De tal forma que las ideas que se construyeron en el inicio de la globalización cristiana, pasaron a constituir creencias firmes, sobre las cuales los creyentes han forjado su modo de vida.

Así que el ser humano “religioso”, es aquel que concibe no sólo su vida, sino el conjunto de la realidad, de acuerdo a esas creencias; pues vive en un ambiente impregnado por lo sagrado.

En este sentido, el mundo queda dividido en dos partes; en lugares sagrados y por supuesto los antagónicos, aquellos que se conocen como profanos, deshonestos y libertinos.

Desde luego que persiste el fenómeno de la globalización de creencias religiosas, incluso entre los científicos más destacados, que sin duda han considerado los pensamientos de filósofos como; Aristóteles, Sócrates, San Agustín, Tomas de Aquino, Hegel, Kant, Darwin, Nietzsche, Freud y otros más.

Todos ellos tienen algo en común; buscaron responder algunas cuestiones fundamentales sobre el sentido de la existencia del ser humano, la búsqueda de la verdad, la moral, la ética, la belleza, el lenguaje, la mente, entre otros.

Ahora en mundo está conformado por creyentes e incrédulos, en materia de religión, frente a todo juicio crítico, cada quien encuentra sus propias convicciones fincadas en sentimientos y emociones, que les reconfortan y además les otorgan esperanzas y consuelo, cuando las necesitan; sobre todo cuando se sienten perdidos y asustados.

De ahí que la fe, constituye la actitud vital previa que nos presenta esas creencias, como un elemento más de nuestra realidad.

La fe nos sitúa en el mundo de una determinada manera; es la conciencia de una dimensión trascendente, en todas las experiencias de la vida, que se traduce en una serie de creencias y actitudes.

Los académicos refieren que […las fuentes de la razón y de la racionalidad en cualquier cultura o civilización se encuentran en su religión, su filosofía y su jurisprudencia…]

Pero la ética y la filosofía, son tópicos que sólo atañe a los humanos y que poco o nada interesa a los dioses, dada su condición de inmortales.

Desde luego que la religión, es sin duda, uno de los fenómenos humanos más complejos de comprender.

Lo que distingue a la religión, no son las creencias, sino la creencia en la creencia.

Por supuesto que la semana santa, podría ser un tiempo de arrepentimiento y reflexión para algunos, pero para otros es sinónimo de vacaciones y algarabía, donde la semana santa, podría convertirse en la semana menos santa, de todas las semanas de todo el año.

¿Qué le parece?