/ sábado 6 de enero de 2024

Cultos y vehemencias

Nos encontramos en el inicio del 2024, prácticamente en el segundo decenio del siglo XXI, y no es nada seguro que este nuevo tiempo sea profundamente espiritual.

El siglo de la aceleración tecnológica y de la individualidad solitaria en las grandes ciudades, no está siendo especialmente reflexivo e introspectivo.

Sin duda los egos se exacerban en la pasarela de las redes sociales, y mucha gente escribe cientos de caracteres sin mucha reflexión. Ahora la filosofía y la ética son literalmente expulsadas de los programas escolares.

Por lo que ahora, es muy común el discurso sensibilizador para el “espíritu” de la población; el cual se transforma en mensajes de autoayuda.

Mensajes emitidos, por aquellos que le aseguran resolver todos sus problemas, a través de recomendaciones anquilosadas, hasta convertirse en una moda y en una de las actividades más rentables de la industria “cultural” en Occidente.

Pero hemos de referir que el término "autoayuda" es en sí mismo una falacia; porque si un libro o programa de este tipo, realmente puede ofrecerle una solución a sus problemas; es necesario recordar, que no es el autor de dicho libro o el orador del programa, de algún medio de comunicación el que tiene efecto sobre sus problemas.

Me atrevo a mencionar, que el que está aportando la ayuda es uno mismo, ya que “autoayudarnos” es lo que hacemos diariamente con cada cosa de nuestras vidas, y en todo lo que necesitemos, desde alimentarnos hasta llegar a acuerdos en la familia y en el trabajo.

Cuando pedimos ayuda, a un familiar o amigo ante alguna dificultad, siempre tomamos su consejo en consideración y terminamos optando, por lo que mejor nos convenza y no siempre hacemos caso, aun cuando el consejo haya sido ilustrado.

Me atrevo a preguntar;

¿Realmente podemos solucionar nuestras vidas con leer un libro de autoayuda?

Frente a este escenario con toda seguridad, nadie tiene el secreto, de cómo resolver los problemas que usted y un servidor tenemos, y que nos acerquen a la “felicidad”.

Por supuesto que no hace falta mostrar la “varita mágica”; ya que no hay fórmulas especificas ni moldes para resolver problemas personales.

Por algo tan simple; los argumentos y el discurso que usted utiliza, para conseguir un aumento de sueldo, podría no funcionar para otra persona.

Así que, no hay razones lógicas para pensar que un autor o un orador, desde su individual opinión, pueda resolver los mil y un problemas de millones de personas diferentes.

Y entonces ¿Por qué la gente sigue confiando en la autoayuda?

Será porque les dice lo que quieren oír, y que sus propuestas son las más recomendables, para resolver sus problemas y al final solo escuchar de aquel personaje “no están solos” y aquí estoy para ayudarles a solucionar sus problemas.

Aun con todo esto, el mensaje suena tan bien y muy rimbombante, que es irresistible no creer en aquello que estamos escuchando y de cómo lograr “Un matrimonio Feliz”, “Ser exitoso en el trabajo”, “Superar los miedos” y otras expresiones más.

Porque cada uno sabe lo que mejor le conviene; ya que tendrá más éxito, poniendo su empeño en enfrentar sus problemas, por ser realista y objetivo, para descubrir sus propias soluciones que, leyendo las ideas de otro, que quiere “venderle” para su propia receta de soluciones

Desde luego, que hay algunos libros que no le hacen daño a nadie y que incluso pueden darle una lectura agradable para pasar pensar y reflexionar; y de esta forma tomar decisiones oportunas considerando que es necesario controlar las emociones para no errar.

Porque allá afuera, son más los que quieren “autoayudar” vendiendo sus técnicas de superación, para darle solución a todos sus problemas, así que usted decide si cae en la tentación y recurre a la “autoayuda”.

Porque probablemente, le servirá para emocionarlo un par de días, pero al final no resolverá nada.

Ya que sin importar cuáles son nuestras vehemencias, recuerde que es más importante, hacer que sucedan las cosas, y que usted se convierta en el protagónico de un cambio, que le brindará un beneficio personal, que se multiplicará a su familia.

Pero también, olvide los “egos superfluos” que se exacerban en la pasarela de las redes sociales, sin duda, no le ayudaran en nada, y le van a crear expectativas falaces que lo van a inquietar y no le van solucionar absolutamente nada.

Por algo tan simple; usted no necesita reflectores para brillar.

¿Será cierto?




Nos encontramos en el inicio del 2024, prácticamente en el segundo decenio del siglo XXI, y no es nada seguro que este nuevo tiempo sea profundamente espiritual.

El siglo de la aceleración tecnológica y de la individualidad solitaria en las grandes ciudades, no está siendo especialmente reflexivo e introspectivo.

Sin duda los egos se exacerban en la pasarela de las redes sociales, y mucha gente escribe cientos de caracteres sin mucha reflexión. Ahora la filosofía y la ética son literalmente expulsadas de los programas escolares.

Por lo que ahora, es muy común el discurso sensibilizador para el “espíritu” de la población; el cual se transforma en mensajes de autoayuda.

Mensajes emitidos, por aquellos que le aseguran resolver todos sus problemas, a través de recomendaciones anquilosadas, hasta convertirse en una moda y en una de las actividades más rentables de la industria “cultural” en Occidente.

Pero hemos de referir que el término "autoayuda" es en sí mismo una falacia; porque si un libro o programa de este tipo, realmente puede ofrecerle una solución a sus problemas; es necesario recordar, que no es el autor de dicho libro o el orador del programa, de algún medio de comunicación el que tiene efecto sobre sus problemas.

Me atrevo a mencionar, que el que está aportando la ayuda es uno mismo, ya que “autoayudarnos” es lo que hacemos diariamente con cada cosa de nuestras vidas, y en todo lo que necesitemos, desde alimentarnos hasta llegar a acuerdos en la familia y en el trabajo.

Cuando pedimos ayuda, a un familiar o amigo ante alguna dificultad, siempre tomamos su consejo en consideración y terminamos optando, por lo que mejor nos convenza y no siempre hacemos caso, aun cuando el consejo haya sido ilustrado.

Me atrevo a preguntar;

¿Realmente podemos solucionar nuestras vidas con leer un libro de autoayuda?

Frente a este escenario con toda seguridad, nadie tiene el secreto, de cómo resolver los problemas que usted y un servidor tenemos, y que nos acerquen a la “felicidad”.

Por supuesto que no hace falta mostrar la “varita mágica”; ya que no hay fórmulas especificas ni moldes para resolver problemas personales.

Por algo tan simple; los argumentos y el discurso que usted utiliza, para conseguir un aumento de sueldo, podría no funcionar para otra persona.

Así que, no hay razones lógicas para pensar que un autor o un orador, desde su individual opinión, pueda resolver los mil y un problemas de millones de personas diferentes.

Y entonces ¿Por qué la gente sigue confiando en la autoayuda?

Será porque les dice lo que quieren oír, y que sus propuestas son las más recomendables, para resolver sus problemas y al final solo escuchar de aquel personaje “no están solos” y aquí estoy para ayudarles a solucionar sus problemas.

Aun con todo esto, el mensaje suena tan bien y muy rimbombante, que es irresistible no creer en aquello que estamos escuchando y de cómo lograr “Un matrimonio Feliz”, “Ser exitoso en el trabajo”, “Superar los miedos” y otras expresiones más.

Porque cada uno sabe lo que mejor le conviene; ya que tendrá más éxito, poniendo su empeño en enfrentar sus problemas, por ser realista y objetivo, para descubrir sus propias soluciones que, leyendo las ideas de otro, que quiere “venderle” para su propia receta de soluciones

Desde luego, que hay algunos libros que no le hacen daño a nadie y que incluso pueden darle una lectura agradable para pasar pensar y reflexionar; y de esta forma tomar decisiones oportunas considerando que es necesario controlar las emociones para no errar.

Porque allá afuera, son más los que quieren “autoayudar” vendiendo sus técnicas de superación, para darle solución a todos sus problemas, así que usted decide si cae en la tentación y recurre a la “autoayuda”.

Porque probablemente, le servirá para emocionarlo un par de días, pero al final no resolverá nada.

Ya que sin importar cuáles son nuestras vehemencias, recuerde que es más importante, hacer que sucedan las cosas, y que usted se convierta en el protagónico de un cambio, que le brindará un beneficio personal, que se multiplicará a su familia.

Pero también, olvide los “egos superfluos” que se exacerban en la pasarela de las redes sociales, sin duda, no le ayudaran en nada, y le van a crear expectativas falaces que lo van a inquietar y no le van solucionar absolutamente nada.

Por algo tan simple; usted no necesita reflectores para brillar.

¿Será cierto?