/ sábado 6 de noviembre de 2021

El culto al ego

No lo podemos evitar, actualmente vivimos la era del exhibicionismo en las redes sociales y la obsesión por las “selfies”, esto nos hace recordar al vanidoso Narciso, personaje de la mitología griega incapaz de amar a otras personas, quien murió por enamorarse de su propia imagen; e inspirar el término “narcisista”.

Vemos como este comportamiento, se expande como una verdadera plaga en la sociedad, a nivel individual y colectivo.

Y no solo los adolescentes y jóvenes se autoveneran inundando las redes sociales con imágenes, sino también los adultos tienen la necesidad de “darse a conocer” por estos medios.

Basta con observar a todos aquellos que están sometidos al consumismo y a la autopromoción, sin importar los riesgos de la tan anhelada fama que se intenta buscar a cualquier precio; además de que surgen los comportamientos egoístas y exhibicionistas, porque todos quieren ser el centro de atención y ser reconocidos socialmente, sin dejar de mencionar que se resisten a admitir sus fallas, chantajes y mentiras; por supuesto que se creen únicos y extraordinarios, además exigen una atención extrema a sus comentarios, y cuando tienen algún problema, argumentan que sus “problemas” son únicos y excepcionales.

Interesante saber que si no logran su propósito refieren que son diferentes a los demás y que nunca reciben el respeto que merecen.

¿Acaso será cierto esto?

Probablemente sí, ya que ahora la imagen cuenta más que lo que hacemos, de tal forma que muchos quieren alcanzar el éxito y ser reconocidos sin hacer nada o ningún esfuerzo.

Ahora la novedad son las redes sociales, donde los famosos y otros no tanto, transforman e inundan el mundo con millones de “likes” con expresiones e imágenes como: “Yo, comiendo”, “Yo, con mi mejor amiga (o)". “Yo, en un nuevo bar” o “Yo de visita en esta ciudad” “Yo me siento enfermo” y otras expresiones más, que honestamente suenan irrisorias e irrelevantes.

Curiosamente en Facebook, millones de usuarios obsesionados están ávidos de que los “vean” al ofrecer detalles de su vida privada, y si no logran su propósito de que sus […amigos…] le den un “like”, se sienten profundamente decepcionados, porque son ignorados, incluso algunos sufren de tristeza y melancolía, literalmente se están “muriendo” si son ignorados, cuando pasan algunos minutos y nadie de sus […amigos…] responden a su publicación.

La realidad es que las redes sociales podrían modificar la personalidad del individuo, a tal grado que muestran la “imagen perfecta” de cómo quieren que los vean allá afuera, sin embargo esa “imagen perfecta” puede ser una falacia, de cómo son en realidad dentro de casa y de la verdadera vida privada que tienen.

Sabemos que la sociedad es demandante con ansias narcisistas, así que ahora hay que tener muchos “amigos” para mostrar todo y si no los tienes te ves mal o arcaico, pero de acuerdo a algunos especialistas, esto puede provocar frustración, depresión, ansiedad y agresividad.

Tal vez alguien recuerde a su padre, quien no tenía amigos, tenía algo que era su familia, y con eso era suficiente para ser era feliz, no necesitaba andar mostrando nada, ni mucho menos involucrar aspectos personales o privados, ya que se dedicaba a lo importante de la vida que era su trabajo y su familia.

Ahora vivimos, o aparentamos vivir inmersos en la era del éxito social, reflejado en la belleza exterior, la popularidad y el acceso a los signos de riqueza material.

También en la necesidad de mostrar una aparente felicidad, consecuencia de todo lo anterior con tan solo darle un “clik” para la difusión inmediata, constante y eficaz de una imagen y después tan solo esperar el “me gusta” sucedido esto se cierra el círculo y las motivaciones de ese momento, que han quedado capturadas en una “selfie”

Curiosamente el narcisista hace todo lo posible para hacerse notar, pero lo que no se ve, es que el ego del narcisista, no toma en cuenta a los demás.

¿El ego es benéfico?

Sí, pero en ambientes en los que se exige competitividad y resultados. Sin embargo cuando el ego pasa por encima de los demás, puede causar daño al prevalecer emociones y criterios ofensivos.

Así que de usted depende, si alimenta un ego que este fincado en falacias y chantajes, el costo puede ser muy alto; ya que puede perder todo inclusive también podría afectar a su familia.

[…Recuerde que es más interesante quedarse con la duda, que tener todas las respuestas, de otra forma no habría tema de conversación…]


No lo podemos evitar, actualmente vivimos la era del exhibicionismo en las redes sociales y la obsesión por las “selfies”, esto nos hace recordar al vanidoso Narciso, personaje de la mitología griega incapaz de amar a otras personas, quien murió por enamorarse de su propia imagen; e inspirar el término “narcisista”.

Vemos como este comportamiento, se expande como una verdadera plaga en la sociedad, a nivel individual y colectivo.

Y no solo los adolescentes y jóvenes se autoveneran inundando las redes sociales con imágenes, sino también los adultos tienen la necesidad de “darse a conocer” por estos medios.

Basta con observar a todos aquellos que están sometidos al consumismo y a la autopromoción, sin importar los riesgos de la tan anhelada fama que se intenta buscar a cualquier precio; además de que surgen los comportamientos egoístas y exhibicionistas, porque todos quieren ser el centro de atención y ser reconocidos socialmente, sin dejar de mencionar que se resisten a admitir sus fallas, chantajes y mentiras; por supuesto que se creen únicos y extraordinarios, además exigen una atención extrema a sus comentarios, y cuando tienen algún problema, argumentan que sus “problemas” son únicos y excepcionales.

Interesante saber que si no logran su propósito refieren que son diferentes a los demás y que nunca reciben el respeto que merecen.

¿Acaso será cierto esto?

Probablemente sí, ya que ahora la imagen cuenta más que lo que hacemos, de tal forma que muchos quieren alcanzar el éxito y ser reconocidos sin hacer nada o ningún esfuerzo.

Ahora la novedad son las redes sociales, donde los famosos y otros no tanto, transforman e inundan el mundo con millones de “likes” con expresiones e imágenes como: “Yo, comiendo”, “Yo, con mi mejor amiga (o)". “Yo, en un nuevo bar” o “Yo de visita en esta ciudad” “Yo me siento enfermo” y otras expresiones más, que honestamente suenan irrisorias e irrelevantes.

Curiosamente en Facebook, millones de usuarios obsesionados están ávidos de que los “vean” al ofrecer detalles de su vida privada, y si no logran su propósito de que sus […amigos…] le den un “like”, se sienten profundamente decepcionados, porque son ignorados, incluso algunos sufren de tristeza y melancolía, literalmente se están “muriendo” si son ignorados, cuando pasan algunos minutos y nadie de sus […amigos…] responden a su publicación.

La realidad es que las redes sociales podrían modificar la personalidad del individuo, a tal grado que muestran la “imagen perfecta” de cómo quieren que los vean allá afuera, sin embargo esa “imagen perfecta” puede ser una falacia, de cómo son en realidad dentro de casa y de la verdadera vida privada que tienen.

Sabemos que la sociedad es demandante con ansias narcisistas, así que ahora hay que tener muchos “amigos” para mostrar todo y si no los tienes te ves mal o arcaico, pero de acuerdo a algunos especialistas, esto puede provocar frustración, depresión, ansiedad y agresividad.

Tal vez alguien recuerde a su padre, quien no tenía amigos, tenía algo que era su familia, y con eso era suficiente para ser era feliz, no necesitaba andar mostrando nada, ni mucho menos involucrar aspectos personales o privados, ya que se dedicaba a lo importante de la vida que era su trabajo y su familia.

Ahora vivimos, o aparentamos vivir inmersos en la era del éxito social, reflejado en la belleza exterior, la popularidad y el acceso a los signos de riqueza material.

También en la necesidad de mostrar una aparente felicidad, consecuencia de todo lo anterior con tan solo darle un “clik” para la difusión inmediata, constante y eficaz de una imagen y después tan solo esperar el “me gusta” sucedido esto se cierra el círculo y las motivaciones de ese momento, que han quedado capturadas en una “selfie”

Curiosamente el narcisista hace todo lo posible para hacerse notar, pero lo que no se ve, es que el ego del narcisista, no toma en cuenta a los demás.

¿El ego es benéfico?

Sí, pero en ambientes en los que se exige competitividad y resultados. Sin embargo cuando el ego pasa por encima de los demás, puede causar daño al prevalecer emociones y criterios ofensivos.

Así que de usted depende, si alimenta un ego que este fincado en falacias y chantajes, el costo puede ser muy alto; ya que puede perder todo inclusive también podría afectar a su familia.

[…Recuerde que es más interesante quedarse con la duda, que tener todas las respuestas, de otra forma no habría tema de conversación…]