/ sábado 3 de abril de 2021

El poder de la prudencia

“La prudencia es esa virtud de actuar en forma justa con moderación y cautela; respetando la vida y las libertades de las personas”

Los tiempos electorales que se avecinan en nuestro país, serán de gran interés para muchos, donde los personajes políticos algunos ya conocidos y otros no tanto, sacaran sus mejores dotes y expresiones; así que posiblemente se “darán con todo” para convencer a un ciudadano con sus ofertas y propuestas, con el único propósito que les confié el sagrado voto tan anhelado, en estas elecciones calificadas como “históricas”.

Sin embargo debe ser interesante recordar, que todos los argumentos que espeten los famosos candidatos cualesquiera que este sea y del color partidista, deben llevar una pizca de prudencia y sabiduría.

Por cierto haciendo alusión al termino candidato recordemos que […candidato…] viene del latín candidatum, que significa “blanquear”. Por lo que literalmente, candidato es aquel que vestía de blanco por la pureza y transparencia que representaba, para postularse a un cargo político en la Antigua Roma.

Sabemos que los tiempos y las formas cambian, por lo que “el arte de la política”, debiera ser el arte de discernir entre el bien y el mal, pero también de actuar con buen juicio.

Así que aquel que anhela ocupar un cargo público, debe considerar a la prudencia como una excelente virtud, además de inteligencia, sabiduría, humildad, veracidad, templanza, generosidad y valentía; sin olvidar la memoria, y por supuesto honrar el valor de la palabra comprometida.

No olvidemos que el rasgo característico de la prudencia, es que se ajusta siempre a la razón y por lo mismo nunca es caprichosa ni arbitraria; bajo esta premisa, puede ser interpretada como la síntesis reguladora de todas las virtudes, entendida como la filosofía de las cosas y bienestar del ser humano.

Referente a este tópico, podríamos mencionar el […Oráculo Manual y Arte de la Prudencia…], prosa didáctica del español Baltasar Gracián, publicada en Huesca España en 1647.

Cabe mencionar que el autor se eleva al rango de los autores del canon literario de esa época, además de formar parte de la orden jesuita.

La obra contiene 300 aforismos, que son un conjunto de normas comentadas para triunfar en una sociedad compleja, como la que le toco vivir al autor.

La versión al inglés, se convirtió en un manual de autoayuda para ejecutivos y empresarios, por los consejos que brinda para llegar a ser prudente.

El título de la obra funciona como antítesis, pues la palabra “oráculo” tiene un sentido de secrecía emanado de la divinidad.

En cuanto a la palabra “arte”, se refiere a las reglas y preceptos para hacer correctamente las cosas.

Y la prudencia, desde luego que conlleva reglas universales para la conducta del hombre.

Lo que bien es cierto, es que se trata de un libro de consejos para conducirse con prudencia, una virtud tradicionalmente ejercida por reyes y príncipes.

Actualmente la obra es considerada práctica, y a la vez universal, ya que constituye la mejor ayuda para todo aquel que quiere afrontar los desafíos del mundo globalizado.

Sabemos que vivir la vida, se convierte en un arte cuando sabemos convivir en sociedad, ejerciendo la prudencia, el carácter, la educación y el respeto; valores tan necesarios, sobre todo cuando vivimos tiempos caóticos.

No podemos dejar de insistir, que los que aun ejercen un cargo de elección popular y todos aquellos que aspiran a un cargo público, no pueden olvidarse de la prudencia y al mismo tiempo procurar la justicia como un bienestar común.

Desafortunadamente vemos a muchos pueblos sumidos en la desgracia, por catástrofes naturales que los han devastado, pero también no podemos dejar de mencionar que la pandemia del coronavirus, ha dejado a miles de familias con el dolor de haber perdido a un ser querido; resultado de la poca sabiduría y la falta de visión de los líderes mundiales y/o gobernantes, que no supieron orientar su quehacer político para el bien común.

El mismo Baltazar Gracián, mencionaba […Todos codician la felicidad ajena…]

Cuánta razón tenía con este precepto, que aún sigue vigente en este siglo XXI; así que aunque los candidatos se vistan de “blanco”, veremos si los intereses de sus propuestas, tienen una pizca de prudencia y sabiduría en la honrosa palabra comprometida.

“La prudencia es esa virtud de actuar en forma justa con moderación y cautela; respetando la vida y las libertades de las personas”

Los tiempos electorales que se avecinan en nuestro país, serán de gran interés para muchos, donde los personajes políticos algunos ya conocidos y otros no tanto, sacaran sus mejores dotes y expresiones; así que posiblemente se “darán con todo” para convencer a un ciudadano con sus ofertas y propuestas, con el único propósito que les confié el sagrado voto tan anhelado, en estas elecciones calificadas como “históricas”.

Sin embargo debe ser interesante recordar, que todos los argumentos que espeten los famosos candidatos cualesquiera que este sea y del color partidista, deben llevar una pizca de prudencia y sabiduría.

Por cierto haciendo alusión al termino candidato recordemos que […candidato…] viene del latín candidatum, que significa “blanquear”. Por lo que literalmente, candidato es aquel que vestía de blanco por la pureza y transparencia que representaba, para postularse a un cargo político en la Antigua Roma.

Sabemos que los tiempos y las formas cambian, por lo que “el arte de la política”, debiera ser el arte de discernir entre el bien y el mal, pero también de actuar con buen juicio.

Así que aquel que anhela ocupar un cargo público, debe considerar a la prudencia como una excelente virtud, además de inteligencia, sabiduría, humildad, veracidad, templanza, generosidad y valentía; sin olvidar la memoria, y por supuesto honrar el valor de la palabra comprometida.

No olvidemos que el rasgo característico de la prudencia, es que se ajusta siempre a la razón y por lo mismo nunca es caprichosa ni arbitraria; bajo esta premisa, puede ser interpretada como la síntesis reguladora de todas las virtudes, entendida como la filosofía de las cosas y bienestar del ser humano.

Referente a este tópico, podríamos mencionar el […Oráculo Manual y Arte de la Prudencia…], prosa didáctica del español Baltasar Gracián, publicada en Huesca España en 1647.

Cabe mencionar que el autor se eleva al rango de los autores del canon literario de esa época, además de formar parte de la orden jesuita.

La obra contiene 300 aforismos, que son un conjunto de normas comentadas para triunfar en una sociedad compleja, como la que le toco vivir al autor.

La versión al inglés, se convirtió en un manual de autoayuda para ejecutivos y empresarios, por los consejos que brinda para llegar a ser prudente.

El título de la obra funciona como antítesis, pues la palabra “oráculo” tiene un sentido de secrecía emanado de la divinidad.

En cuanto a la palabra “arte”, se refiere a las reglas y preceptos para hacer correctamente las cosas.

Y la prudencia, desde luego que conlleva reglas universales para la conducta del hombre.

Lo que bien es cierto, es que se trata de un libro de consejos para conducirse con prudencia, una virtud tradicionalmente ejercida por reyes y príncipes.

Actualmente la obra es considerada práctica, y a la vez universal, ya que constituye la mejor ayuda para todo aquel que quiere afrontar los desafíos del mundo globalizado.

Sabemos que vivir la vida, se convierte en un arte cuando sabemos convivir en sociedad, ejerciendo la prudencia, el carácter, la educación y el respeto; valores tan necesarios, sobre todo cuando vivimos tiempos caóticos.

No podemos dejar de insistir, que los que aun ejercen un cargo de elección popular y todos aquellos que aspiran a un cargo público, no pueden olvidarse de la prudencia y al mismo tiempo procurar la justicia como un bienestar común.

Desafortunadamente vemos a muchos pueblos sumidos en la desgracia, por catástrofes naturales que los han devastado, pero también no podemos dejar de mencionar que la pandemia del coronavirus, ha dejado a miles de familias con el dolor de haber perdido a un ser querido; resultado de la poca sabiduría y la falta de visión de los líderes mundiales y/o gobernantes, que no supieron orientar su quehacer político para el bien común.

El mismo Baltazar Gracián, mencionaba […Todos codician la felicidad ajena…]

Cuánta razón tenía con este precepto, que aún sigue vigente en este siglo XXI; así que aunque los candidatos se vistan de “blanco”, veremos si los intereses de sus propuestas, tienen una pizca de prudencia y sabiduría en la honrosa palabra comprometida.