/ jueves 13 de octubre de 2022

Está bien no estar bien

El 10 de octubre de cada año se celebra el Día Mundial de la Salud Mental, el objetivo es volvernos una sociedad más consciente en cuanto a los padecimientos de salud mental en todo el mundo y aumentar los esfuerzos en apoyo al mismo, también ofrecer una oportunidad a todos aquellos promotores y defensores de la visibilización de las áreas de oportunidad en cuanto a la atención y cuidado de la salud mental para que sea una realidad mundial.

La Organización Mundial de la Salud estimó que más de 300 millones de personas viven con depresión, un incremento de más del 18% entre 2005 y 2015, provocando angustia mental y teniendo repercusiones en la capacidad de las personas para poder realizar sus tareas cotidianas, además de tener efectos en las relaciones con familia y amigos debido al aislamiento social; y como últimas consecuencias hay pérdida de interés por la vida y pensamientos suicidas. Recordemos que la depresión no es un estado de ánimo, es una enfermedad, por lo que se le debe tratar como tal.

De acuerdo con el INEGI, durante el año de pandemia ocurrieron 7896 suicidios en México, es decir una tasa de 10.5 casos por 100 mil habitantes, lo cual representa incremento de un punto porcentual respecto al año anterior, 4060 suicidios fueron cometidos en su mayoría por jóvenes de 15 a 34 años, es decir 51.42% del total.

Uno de los estados con las mayores tasas fue Chihuahua con 14.4 casos por cada 100 mil habitantes, es decir una tasa mayor a la tasa nacional. Debido a la pandemia se presentaron una serie de factores tales como violencia doméstica, abuso en el consumo de sustancias nocivas para la salud, vulnerabilidad por padecimientos mentales, estresores financieros, aislamiento social, sentimientos de desesperanza, soledad y duelo, representando un aumento en los factores de riesgo.

Debido a la pandemia, la niñez y juventudes mexicanas dejaron de asistir a la escuela, por lo que de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud declaró que generó afectaciones graves, afectaciones en etapas de desarrollo y salud mental por falta de convivencia comunitaria y por segregación social. También hubo afectación en su proyecto de vida por la deserción escolar y por el incremento de la desigualdad, vulnerabilidad ante la violencia familiar, incremento en homicidios y embarazos en menores de edad.

El tema de la salud mental puede ser muy complejo, ya que combina muchos factores: aspectos psicológicos: autoestima, emociones, relaciones, traumas, creencias, actitudes y habilidades sociales; entorno social: amigos, familia, escuela, trabajo, cultura y relaciones; y factores físicos: genética, salud física, sistema inmune, balance hormonal, medicamentos y emociones.

No solo es visibilizar la situación actual de la salud mental en nuestro país, sino eliminar los estigmas en cuanto a ello, son perjudiciales ya que existen debido a la desinformación y solo fomentan la discriminación y tabúes alrededor del tema y hacia todos aquellos que lo padecen.

Como lo sustentan las cifras anteriores es una problemática que afecta mayormente a los jóvenes, por lo que se necesita una suma de esfuerzos tanto de sociedad como de gobierno a través de la creación, fortalecimiento y seguimiento de políticas públicas en pro de la salud mental. Finalizo diciendo que no desestimemos los síntomas que se presenten de manera temprana, porque eso puede hacer la diferencia, salvar vidas a tiempo y dar calidad de vida.

Les deseo a todos aquellos, especialmente a los jóvenes que pasan por algo así, que puedan comunicarlo, pedir ayuda sin temor y reciban apoyo. “Por un mundo libre de estigma y discriminación, donde la salud mental sea prioridad global”.

El 10 de octubre de cada año se celebra el Día Mundial de la Salud Mental, el objetivo es volvernos una sociedad más consciente en cuanto a los padecimientos de salud mental en todo el mundo y aumentar los esfuerzos en apoyo al mismo, también ofrecer una oportunidad a todos aquellos promotores y defensores de la visibilización de las áreas de oportunidad en cuanto a la atención y cuidado de la salud mental para que sea una realidad mundial.

La Organización Mundial de la Salud estimó que más de 300 millones de personas viven con depresión, un incremento de más del 18% entre 2005 y 2015, provocando angustia mental y teniendo repercusiones en la capacidad de las personas para poder realizar sus tareas cotidianas, además de tener efectos en las relaciones con familia y amigos debido al aislamiento social; y como últimas consecuencias hay pérdida de interés por la vida y pensamientos suicidas. Recordemos que la depresión no es un estado de ánimo, es una enfermedad, por lo que se le debe tratar como tal.

De acuerdo con el INEGI, durante el año de pandemia ocurrieron 7896 suicidios en México, es decir una tasa de 10.5 casos por 100 mil habitantes, lo cual representa incremento de un punto porcentual respecto al año anterior, 4060 suicidios fueron cometidos en su mayoría por jóvenes de 15 a 34 años, es decir 51.42% del total.

Uno de los estados con las mayores tasas fue Chihuahua con 14.4 casos por cada 100 mil habitantes, es decir una tasa mayor a la tasa nacional. Debido a la pandemia se presentaron una serie de factores tales como violencia doméstica, abuso en el consumo de sustancias nocivas para la salud, vulnerabilidad por padecimientos mentales, estresores financieros, aislamiento social, sentimientos de desesperanza, soledad y duelo, representando un aumento en los factores de riesgo.

Debido a la pandemia, la niñez y juventudes mexicanas dejaron de asistir a la escuela, por lo que de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud declaró que generó afectaciones graves, afectaciones en etapas de desarrollo y salud mental por falta de convivencia comunitaria y por segregación social. También hubo afectación en su proyecto de vida por la deserción escolar y por el incremento de la desigualdad, vulnerabilidad ante la violencia familiar, incremento en homicidios y embarazos en menores de edad.

El tema de la salud mental puede ser muy complejo, ya que combina muchos factores: aspectos psicológicos: autoestima, emociones, relaciones, traumas, creencias, actitudes y habilidades sociales; entorno social: amigos, familia, escuela, trabajo, cultura y relaciones; y factores físicos: genética, salud física, sistema inmune, balance hormonal, medicamentos y emociones.

No solo es visibilizar la situación actual de la salud mental en nuestro país, sino eliminar los estigmas en cuanto a ello, son perjudiciales ya que existen debido a la desinformación y solo fomentan la discriminación y tabúes alrededor del tema y hacia todos aquellos que lo padecen.

Como lo sustentan las cifras anteriores es una problemática que afecta mayormente a los jóvenes, por lo que se necesita una suma de esfuerzos tanto de sociedad como de gobierno a través de la creación, fortalecimiento y seguimiento de políticas públicas en pro de la salud mental. Finalizo diciendo que no desestimemos los síntomas que se presenten de manera temprana, porque eso puede hacer la diferencia, salvar vidas a tiempo y dar calidad de vida.

Les deseo a todos aquellos, especialmente a los jóvenes que pasan por algo así, que puedan comunicarlo, pedir ayuda sin temor y reciban apoyo. “Por un mundo libre de estigma y discriminación, donde la salud mental sea prioridad global”.