/ sábado 18 de diciembre de 2021

¿Ocurrencias o ideas?

“Las ideas no duran mucho. Hay que hacer algo con ellas.”

Santiago Ramón y Cajal

Estamos tan acostumbrados a sustituir en casa, la lavadora descompuesta por una lavadora nueva, el antiguo televisor por una pantalla inteligente o la mesa del desayunador, y así sucesivamente otros artículos más, que en el curso del tiempo van desapareciendo, porque pasan de moda o porque simplemente ya no funcionan.

De tal forma que los objetos en casa, cambian y después de un tiempo desaparecen, pero también nos percatamos, que en el entorno hay cambios físicos como; el sentido vial de una calle, una plaza comercial recién inaugurada, los nuevos vecinos en una casa rentada, tal vez un puente nuevo o algún edificio recientemente construido y otros más, que le dan otra sintonía diferente a la ciudad en que vivimos.

Pero nos preguntamos con frecuencia:

¿A quién se le ocurrió hacer los cambios?

¿Fue una ocurrencia o una idea?

Y a propósito de ocurrencias e ideas,

¿Quién no recuerda cuando era niño? y le decían:

¿Qué ocurrencia es esa?

Mientras usted a esa edad, refería tener la mejor “idea” de algo que parecía imposible realizar.

Lo cierto es que las ocurrencias, las pensamos considerando nuestras vivencias e historias, dirigidas a un público, que comulga con nuestras mismas costumbres.

Se considera que las ocurrencias son más espontáneas, más libres y más “juguetonas”, sin tener la solidez de algo definitivo.

Por otro lado, las ideas, son el resultado final del pensamiento y de un análisis que se enfocan en cumplir objetivos de una estrategia.

Por tal razón al comunicarlas no nos podemos dar el “lujo” de tener ocurrencias, ya que las ideas deben ser relevantes y atractivas.

Pero no lo podemos negar, se requiere siempre del juego de las ocurrencias para llegar a las ideas, porque estas últimas no nacen espontáneamente, requieren del constante ejercicio del ensayo, de la libertad, del sondeo, la tentativa y la aventura.

Así que no lo podemos negar, los objetos particulares pueden desaparecer, pero permanecen las ideas, que son resultado de una tarea del pensamiento humano.

Sin darnos cuenta esto es una realidad, ya que somos precursores de ideas, que en cierta medida requieren de entendimiento y análisis, cualidades inherentes de todos los seres humanos.

Desde luego que la tarea del pensamiento, es buscar aquello que perdura y permanece de manera individual, para que después de un tiempo forme parte de un colectivo.

Aristóteles mencionaba que: “No hay pensamiento de lo individual, todo pensamiento es de lo general.”

Probablemente este precepto aún sigue vigente en pleno S XXI, por lo tanto crear ideas, es darle vida a un escenario y quedarse con aquello que es perdurable.

Curiosamente la RAE, establece como significado de […ocurrencia…] "idea inesperada, pensamiento, dicho agudo u original que ocurre a la imaginación”

Sin temor a equivocarse, podemos mencionar que una ocurrencia, puede concluir en una gran idea que surge de la imaginación; y precisamente eso es lo que tiene el ser humano, “imaginación”.

El filósofo Spinoza, decía que “Nos sabemos y nos experimentamos como eternos con nuestras ideas”. El que piensa sabe que es eterno, pero sabe que es eterno en cuanto piensa.

En cambio, cuando siente, cuando ama, cuando necesita y cuando añora, simplemente es perecedero.

Pero que importa si en estos tiempos de añoranza y reflexión, surja una ocurrencia o una idea, será el momento de fraguar la verdad, la belleza y la armonía, con el único propósito del bienestar en familia, un bienestar que sin duda se convertirá en un vínculo colectivo.

Recordemos que cuando surge una idea o una simple ocurrencia, aparecen las preguntas que nunca desaparecen, tan solo volveremos a cambiar el antiguo televisor o tal vez una lavadora por otra más funcional.

Por supuesto que no estamos filosofando, sino de mencionar que las pequeñas ocurrencias y las ideas más insignificantes, han aportado la fuerza suficiente, para trasformar a la sociedad y mantener el pensamiento humano vigente, para descubrir y hacer tangible, qué las ideas y las ocurrencias sostienen el ánimo de todos.

Así que piénselo bien; no existen las ideas equivocadas, ni ocurrencias mal intencionadas, lo importante de una idea, es comunicarla y trabajar en ella para ver una obra que se puede convertir en un legado para todos.

[…Porque sin duda la realidad no existe, la creamos nosotros mismos con nuestras ideas…]



“Las ideas no duran mucho. Hay que hacer algo con ellas.”

Santiago Ramón y Cajal

Estamos tan acostumbrados a sustituir en casa, la lavadora descompuesta por una lavadora nueva, el antiguo televisor por una pantalla inteligente o la mesa del desayunador, y así sucesivamente otros artículos más, que en el curso del tiempo van desapareciendo, porque pasan de moda o porque simplemente ya no funcionan.

De tal forma que los objetos en casa, cambian y después de un tiempo desaparecen, pero también nos percatamos, que en el entorno hay cambios físicos como; el sentido vial de una calle, una plaza comercial recién inaugurada, los nuevos vecinos en una casa rentada, tal vez un puente nuevo o algún edificio recientemente construido y otros más, que le dan otra sintonía diferente a la ciudad en que vivimos.

Pero nos preguntamos con frecuencia:

¿A quién se le ocurrió hacer los cambios?

¿Fue una ocurrencia o una idea?

Y a propósito de ocurrencias e ideas,

¿Quién no recuerda cuando era niño? y le decían:

¿Qué ocurrencia es esa?

Mientras usted a esa edad, refería tener la mejor “idea” de algo que parecía imposible realizar.

Lo cierto es que las ocurrencias, las pensamos considerando nuestras vivencias e historias, dirigidas a un público, que comulga con nuestras mismas costumbres.

Se considera que las ocurrencias son más espontáneas, más libres y más “juguetonas”, sin tener la solidez de algo definitivo.

Por otro lado, las ideas, son el resultado final del pensamiento y de un análisis que se enfocan en cumplir objetivos de una estrategia.

Por tal razón al comunicarlas no nos podemos dar el “lujo” de tener ocurrencias, ya que las ideas deben ser relevantes y atractivas.

Pero no lo podemos negar, se requiere siempre del juego de las ocurrencias para llegar a las ideas, porque estas últimas no nacen espontáneamente, requieren del constante ejercicio del ensayo, de la libertad, del sondeo, la tentativa y la aventura.

Así que no lo podemos negar, los objetos particulares pueden desaparecer, pero permanecen las ideas, que son resultado de una tarea del pensamiento humano.

Sin darnos cuenta esto es una realidad, ya que somos precursores de ideas, que en cierta medida requieren de entendimiento y análisis, cualidades inherentes de todos los seres humanos.

Desde luego que la tarea del pensamiento, es buscar aquello que perdura y permanece de manera individual, para que después de un tiempo forme parte de un colectivo.

Aristóteles mencionaba que: “No hay pensamiento de lo individual, todo pensamiento es de lo general.”

Probablemente este precepto aún sigue vigente en pleno S XXI, por lo tanto crear ideas, es darle vida a un escenario y quedarse con aquello que es perdurable.

Curiosamente la RAE, establece como significado de […ocurrencia…] "idea inesperada, pensamiento, dicho agudo u original que ocurre a la imaginación”

Sin temor a equivocarse, podemos mencionar que una ocurrencia, puede concluir en una gran idea que surge de la imaginación; y precisamente eso es lo que tiene el ser humano, “imaginación”.

El filósofo Spinoza, decía que “Nos sabemos y nos experimentamos como eternos con nuestras ideas”. El que piensa sabe que es eterno, pero sabe que es eterno en cuanto piensa.

En cambio, cuando siente, cuando ama, cuando necesita y cuando añora, simplemente es perecedero.

Pero que importa si en estos tiempos de añoranza y reflexión, surja una ocurrencia o una idea, será el momento de fraguar la verdad, la belleza y la armonía, con el único propósito del bienestar en familia, un bienestar que sin duda se convertirá en un vínculo colectivo.

Recordemos que cuando surge una idea o una simple ocurrencia, aparecen las preguntas que nunca desaparecen, tan solo volveremos a cambiar el antiguo televisor o tal vez una lavadora por otra más funcional.

Por supuesto que no estamos filosofando, sino de mencionar que las pequeñas ocurrencias y las ideas más insignificantes, han aportado la fuerza suficiente, para trasformar a la sociedad y mantener el pensamiento humano vigente, para descubrir y hacer tangible, qué las ideas y las ocurrencias sostienen el ánimo de todos.

Así que piénselo bien; no existen las ideas equivocadas, ni ocurrencias mal intencionadas, lo importante de una idea, es comunicarla y trabajar en ella para ver una obra que se puede convertir en un legado para todos.

[…Porque sin duda la realidad no existe, la creamos nosotros mismos con nuestras ideas…]