/ sábado 7 de agosto de 2021

¡Y sigue creciendo!

“Erradicar la pobreza no es un acto de caridad, es un acto de justicia”

Nelson Mandela

La pandemia de la covid-19 no solo se ha cobrado la vida de decenas de miles de mexicanos, sino que ha arrinconado en la pobreza a millones de mexicanos, a pesar de los programas sociales impulsados por el gobierno federal.

De acuerdo al Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) estima que debido a la crisis generada por el coronavirus, entre 8,9 y 9,8 millones de mexicanos, han caído en la pobreza debido a una disminución de sus ingresos; y que difícilmente tendrán la capacidad de su recuperación.

El Coneval, asegura que las transferencias monetarias, que tiene el gobierno federal en los programas sociales; son tan solo “medidas temporales” aunque necesarias, pero no logran tener un efecto para mitigar los estragos causados por la pandemia en las poblaciones más vulnerables.

Por otro lado, debido a la consecuencia de la crisis económica y laboral por el cierre de actividades por la pandemia, no sólo el nivel de pobreza se incrementó; sino que también presionó de manera importante a la población en riesgo.

En el 2018 la población con carencias era del 41,9% y en el 2020 paso a un 43,9%

Esta diferencia es significativa, ya que son 3,8 millones de personas, en estas condiciones, para tener un total de 55,7 millones de personas que viven en pobreza.

En el caso de la pobreza extrema, subió del 7% al 8,5%, que representan 2,1 millones más, para un total de 10,8 millones de personas.

Estas cifras simplemente arrojan la realidad que tenemos en México, desde luego nada halagadoras.

Por lo que muchos se preguntan, ¿Si se podrá erradicar la pobreza? Sabiendo que los créditos que se destinan a América Latina, no son suficientes para hacer frente a la pobreza, o simplemente parecen no verse reflejados en ningún lado.

Así que la pobreza es considerara una enfermedad social, para la cual no hay remedio que pueda curar este mal; por lo que muchos coinciden, que la única solución posible es la educación.

Porque la educación es inversamente proporcional a la pobreza, que es la única herramienta válida para conseguir una actividad laboral, que no sólo aporta mejores condiciones de vida, sino que mejora las relaciones familiares y permite darles una educación a los hijos.

Desafortunadamente la pobreza, nace con cada pobre, que deberá andar con sus pies sobre el mismo fuego original.

[…El pecado de la vida es la pobreza…], donde vuelven a escucharse las palabras sin respuestas, donde el silencio de la pobreza es un yermo que nadie quiere cruzar, pero que ahí está presente.

Donde la pobreza priva de la conciencia profunda de la vida.

Es en este yermo, “donde no existe un antes ni un después”, donde la vida se ha congelado con la facie de la pobreza en el tiempo.

Frente a este escenario, el ser no tiene conciencia de los sueños, porque se convierten en verdearas pesadillas con privaciones, humillaciones y estadística

“La vida no sueña con la vida”, ya que se espanta, tras el pavor agudo de la pobreza.

La vida es anterior a la pobreza, pero la pobreza no reconoce el pasado de la vida, el tiempo lo conjuga en continuidad del presente.

En nuestro país la pobreza se mueve sin memoria y sin remordimiento. La pobreza es aquí un fantasma que abre los espejos del horror.

Detrás de las máscaras absurdas del “discurso discursivo”, el horror aumenta porque el olvido acecha a la pobreza, aquella que tiene el rostro definitivo de la nada y de ningún rostro, un vacío donde no existe humanidad, así que es que anonimidad pura.

La pobreza es esa estadística que resulta de un número, cantidad que prosigue y aumenta cada día sobre la tierra hasta que la muerte extinga el sentido de la vida.

Así que los pobres, sueñan con los ojos dormidos para no ver la pobreza, pasajero de sus días sin fecha y sin horario, tan solo el sol ilumina un sendero, que no tiene final, porque la vida que tienen en este sendero a veces a nadie le importa.

La realidad es que la pobreza es un problema serio en México y es un tema de cual todos hablan, pero también no podemos olvidar, otros problemas que afectan a la población como; la impunidad, los abusos del poder, la injusticia, la ineficiencia política, la indiferencia y un estado de derecho que no se aplica a todos por igual.

[…Los retos son muchos y las soluciones escasas…]

“Erradicar la pobreza no es un acto de caridad, es un acto de justicia”

Nelson Mandela

La pandemia de la covid-19 no solo se ha cobrado la vida de decenas de miles de mexicanos, sino que ha arrinconado en la pobreza a millones de mexicanos, a pesar de los programas sociales impulsados por el gobierno federal.

De acuerdo al Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) estima que debido a la crisis generada por el coronavirus, entre 8,9 y 9,8 millones de mexicanos, han caído en la pobreza debido a una disminución de sus ingresos; y que difícilmente tendrán la capacidad de su recuperación.

El Coneval, asegura que las transferencias monetarias, que tiene el gobierno federal en los programas sociales; son tan solo “medidas temporales” aunque necesarias, pero no logran tener un efecto para mitigar los estragos causados por la pandemia en las poblaciones más vulnerables.

Por otro lado, debido a la consecuencia de la crisis económica y laboral por el cierre de actividades por la pandemia, no sólo el nivel de pobreza se incrementó; sino que también presionó de manera importante a la población en riesgo.

En el 2018 la población con carencias era del 41,9% y en el 2020 paso a un 43,9%

Esta diferencia es significativa, ya que son 3,8 millones de personas, en estas condiciones, para tener un total de 55,7 millones de personas que viven en pobreza.

En el caso de la pobreza extrema, subió del 7% al 8,5%, que representan 2,1 millones más, para un total de 10,8 millones de personas.

Estas cifras simplemente arrojan la realidad que tenemos en México, desde luego nada halagadoras.

Por lo que muchos se preguntan, ¿Si se podrá erradicar la pobreza? Sabiendo que los créditos que se destinan a América Latina, no son suficientes para hacer frente a la pobreza, o simplemente parecen no verse reflejados en ningún lado.

Así que la pobreza es considerara una enfermedad social, para la cual no hay remedio que pueda curar este mal; por lo que muchos coinciden, que la única solución posible es la educación.

Porque la educación es inversamente proporcional a la pobreza, que es la única herramienta válida para conseguir una actividad laboral, que no sólo aporta mejores condiciones de vida, sino que mejora las relaciones familiares y permite darles una educación a los hijos.

Desafortunadamente la pobreza, nace con cada pobre, que deberá andar con sus pies sobre el mismo fuego original.

[…El pecado de la vida es la pobreza…], donde vuelven a escucharse las palabras sin respuestas, donde el silencio de la pobreza es un yermo que nadie quiere cruzar, pero que ahí está presente.

Donde la pobreza priva de la conciencia profunda de la vida.

Es en este yermo, “donde no existe un antes ni un después”, donde la vida se ha congelado con la facie de la pobreza en el tiempo.

Frente a este escenario, el ser no tiene conciencia de los sueños, porque se convierten en verdearas pesadillas con privaciones, humillaciones y estadística

“La vida no sueña con la vida”, ya que se espanta, tras el pavor agudo de la pobreza.

La vida es anterior a la pobreza, pero la pobreza no reconoce el pasado de la vida, el tiempo lo conjuga en continuidad del presente.

En nuestro país la pobreza se mueve sin memoria y sin remordimiento. La pobreza es aquí un fantasma que abre los espejos del horror.

Detrás de las máscaras absurdas del “discurso discursivo”, el horror aumenta porque el olvido acecha a la pobreza, aquella que tiene el rostro definitivo de la nada y de ningún rostro, un vacío donde no existe humanidad, así que es que anonimidad pura.

La pobreza es esa estadística que resulta de un número, cantidad que prosigue y aumenta cada día sobre la tierra hasta que la muerte extinga el sentido de la vida.

Así que los pobres, sueñan con los ojos dormidos para no ver la pobreza, pasajero de sus días sin fecha y sin horario, tan solo el sol ilumina un sendero, que no tiene final, porque la vida que tienen en este sendero a veces a nadie le importa.

La realidad es que la pobreza es un problema serio en México y es un tema de cual todos hablan, pero también no podemos olvidar, otros problemas que afectan a la población como; la impunidad, los abusos del poder, la injusticia, la ineficiencia política, la indiferencia y un estado de derecho que no se aplica a todos por igual.

[…Los retos son muchos y las soluciones escasas…]