/ viernes 30 de octubre de 2020

Y hablando de…

Bailó Bertha

En primer lugar, debo reconocer mi interés en el asunto: en un tiempo fui responsable de la justicia laboral en el estado, y de esa área dependen las labores de verificación de los centros de trabajo. Pero tampoco me voy a adornar, no llevé a Bertha al baile, más bien parece que la senadora cumplió la petición de los Invasores de Nuevo León y se fue al baile sola, solita y sola.

Ahí tiene usted que a la senadora Bertha Caraveo le entró la preocupación por los chihuahuenses (sí, después de dos años de estar disfrutando la dieta correspondiente), y se le ocurrió presentar este pasado miércoles un punto de acuerdo en el Senado para que se exhorte al gobernador del estado a realizar a través de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, la inspección y vigilancia de las empresas maquiladoras ubicadas en Ciudad Juárez, y cumplan con las disposiciones sanitarias.

Parece que Berthita por irse al baile no hizo la tarea, digo, porque si se va a poner de hablar de un tema primero hay que saber de qué se habla, el fuero que le asiste como senadora no justifica la pereza; o como dicen los abogados: la ignorancia de la ley a nadie beneficia.

Porque la norma es clara. En su artículo 527 la Ley Federal del Trabajo establece que “…corresponderá a las autoridades federales lo relativo al cumplimiento de las obligaciones patronales en las materias de… seguridad e higiene en los centros de trabajo.” O sea, no tiene ni vuelta de hoja, la obligación de vigilar lo que la senadora bailadora solicita corresponde a la secretaría federal que encabeza la abogada y máster Luisa María Alcalde Lujan. La ley es clara también, la actuación de las autoridades locales en esa materia es auxiliar.

Me llama la atención que Berthita se preocupa sólo por Juárez, y no por el resto de los trabajadores del estado que representa; tal vez sea porque conoce del abandono en que la autoridad federal tiene a nuestra comunidad. Para una ciudad tan pujante como la nuestra, que tiene más de medio millón de trabajadores formales y más de diez mil centros de trabajo registrados en el IMSS, la autoridad federal tiene destinados sólo dos inspectores. Si cada uno de ellos hiciera una visita de verificación diaria se tardarían algo así como quince años en revisarlos todos.

Pero si bien Berthita prefirió irse al baile y no hacer la tarea, los que sí han hecho su tarea son los de la autoridad local. Haciendo una pequeña búsqueda en Internet me encontré con la página de Facebook de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social de Chihuahua, y en ella se reporta que hasta la semana pasada esta autoridad ha revisado dos mil sesenta centros de trabajo, tan sólo en el período del primero del junio al veintidós de octubre. Al buscar datos sobre la actuación de la autoridad federal en Chihuahua no pude encontrar nada, lo cual desde luego no quiere decir que no estén trabajando, sólo que no existe la misma transparencia respecto a la información.

En su argumentación la senadora se duele de veinticinco decesos ocurridos entre trabajadores de la industria maquiladora, muy lamentables, desde luego, al igual que el de todas las personas que han sido víctimas de esta nueva enfermedad covid – 19. Considerando que la población maquiladora ronda los doscientos noventa mil empleados, tenemos que el covid ha causado la muerte de menos de uno de cada diez mil trabajadores de la industria, insisto, cada vida es valiosa y su pérdida lamentable; pero esa tasa es muy inferior a la que presenta nuestro país en su población general, donde a la fecha tenemos que han muerto por covid siete de cada diez mil habitantes, es decir, siete veces más.

Dice la senadora que esas veinticinco vidas pudieron haberse salvado, y es cierto. Pero algo oculta Berthita (tal vez para poder irse al baile tranquila), esas veinticinco personas empleadas de la industria maquiladora que fallecieron eran derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social, ¿no le preocupa a la senadora el desempeño de esa institución federal durante la pandemia?

Según un reporte de Nathaniel Parish Flannery publicado por la revista Forbes, alrededor de la mitad de los pacientes de covid que atiende el IMSS fallecen. Lo que es peor, ocho de cada diez fallecen sin haber tenido la oportunidad de recibir el auxilio de un ventilador, que ese sí hubiera podido salvarles la vida; aunque según el mismo reporte, de los pacientes que sí son intubados sólo sobrevive uno de cada cuatro.

Lo que la prima ballerina tampoco dice es que el gobierno de Chihuahua ha sido uno de los más aplicados en contener los contagios del virus. Baste recordar que fue primero el gobernador Corral quien impuso limitaciones a las actividades educativas, económicas y sociales en su decreto de veinticinco de marzo, lo que la federación imitó días después, el treinta del mismo mes. La medida de implementar el semáforo rojo de nueva cuenta tiene la finalidad de protegernos a todos, también depende de nosotros el acatar las medidas restrictivas, usar cubrebocas, guardar sana distancia, recluirnos y no salir mas que a lo indispensable, y por favor, no anden haciendo fiestas, si lo veo le marco al 911, me caí.

Y hablando de covid, ya estoy de regreso, no como para irme a bailar con Berthita, pero sí ya muy repuesto, gracias a las oraciones de muchas personas que se mantuvieron preocupadas por mi estado de salud tras el contagio. En verdad la enfermedad me fue leve, las afectaciones se las platico en una próxima vez en que nos encontremos hablando de…

Bailó Bertha

En primer lugar, debo reconocer mi interés en el asunto: en un tiempo fui responsable de la justicia laboral en el estado, y de esa área dependen las labores de verificación de los centros de trabajo. Pero tampoco me voy a adornar, no llevé a Bertha al baile, más bien parece que la senadora cumplió la petición de los Invasores de Nuevo León y se fue al baile sola, solita y sola.

Ahí tiene usted que a la senadora Bertha Caraveo le entró la preocupación por los chihuahuenses (sí, después de dos años de estar disfrutando la dieta correspondiente), y se le ocurrió presentar este pasado miércoles un punto de acuerdo en el Senado para que se exhorte al gobernador del estado a realizar a través de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, la inspección y vigilancia de las empresas maquiladoras ubicadas en Ciudad Juárez, y cumplan con las disposiciones sanitarias.

Parece que Berthita por irse al baile no hizo la tarea, digo, porque si se va a poner de hablar de un tema primero hay que saber de qué se habla, el fuero que le asiste como senadora no justifica la pereza; o como dicen los abogados: la ignorancia de la ley a nadie beneficia.

Porque la norma es clara. En su artículo 527 la Ley Federal del Trabajo establece que “…corresponderá a las autoridades federales lo relativo al cumplimiento de las obligaciones patronales en las materias de… seguridad e higiene en los centros de trabajo.” O sea, no tiene ni vuelta de hoja, la obligación de vigilar lo que la senadora bailadora solicita corresponde a la secretaría federal que encabeza la abogada y máster Luisa María Alcalde Lujan. La ley es clara también, la actuación de las autoridades locales en esa materia es auxiliar.

Me llama la atención que Berthita se preocupa sólo por Juárez, y no por el resto de los trabajadores del estado que representa; tal vez sea porque conoce del abandono en que la autoridad federal tiene a nuestra comunidad. Para una ciudad tan pujante como la nuestra, que tiene más de medio millón de trabajadores formales y más de diez mil centros de trabajo registrados en el IMSS, la autoridad federal tiene destinados sólo dos inspectores. Si cada uno de ellos hiciera una visita de verificación diaria se tardarían algo así como quince años en revisarlos todos.

Pero si bien Berthita prefirió irse al baile y no hacer la tarea, los que sí han hecho su tarea son los de la autoridad local. Haciendo una pequeña búsqueda en Internet me encontré con la página de Facebook de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social de Chihuahua, y en ella se reporta que hasta la semana pasada esta autoridad ha revisado dos mil sesenta centros de trabajo, tan sólo en el período del primero del junio al veintidós de octubre. Al buscar datos sobre la actuación de la autoridad federal en Chihuahua no pude encontrar nada, lo cual desde luego no quiere decir que no estén trabajando, sólo que no existe la misma transparencia respecto a la información.

En su argumentación la senadora se duele de veinticinco decesos ocurridos entre trabajadores de la industria maquiladora, muy lamentables, desde luego, al igual que el de todas las personas que han sido víctimas de esta nueva enfermedad covid – 19. Considerando que la población maquiladora ronda los doscientos noventa mil empleados, tenemos que el covid ha causado la muerte de menos de uno de cada diez mil trabajadores de la industria, insisto, cada vida es valiosa y su pérdida lamentable; pero esa tasa es muy inferior a la que presenta nuestro país en su población general, donde a la fecha tenemos que han muerto por covid siete de cada diez mil habitantes, es decir, siete veces más.

Dice la senadora que esas veinticinco vidas pudieron haberse salvado, y es cierto. Pero algo oculta Berthita (tal vez para poder irse al baile tranquila), esas veinticinco personas empleadas de la industria maquiladora que fallecieron eran derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social, ¿no le preocupa a la senadora el desempeño de esa institución federal durante la pandemia?

Según un reporte de Nathaniel Parish Flannery publicado por la revista Forbes, alrededor de la mitad de los pacientes de covid que atiende el IMSS fallecen. Lo que es peor, ocho de cada diez fallecen sin haber tenido la oportunidad de recibir el auxilio de un ventilador, que ese sí hubiera podido salvarles la vida; aunque según el mismo reporte, de los pacientes que sí son intubados sólo sobrevive uno de cada cuatro.

Lo que la prima ballerina tampoco dice es que el gobierno de Chihuahua ha sido uno de los más aplicados en contener los contagios del virus. Baste recordar que fue primero el gobernador Corral quien impuso limitaciones a las actividades educativas, económicas y sociales en su decreto de veinticinco de marzo, lo que la federación imitó días después, el treinta del mismo mes. La medida de implementar el semáforo rojo de nueva cuenta tiene la finalidad de protegernos a todos, también depende de nosotros el acatar las medidas restrictivas, usar cubrebocas, guardar sana distancia, recluirnos y no salir mas que a lo indispensable, y por favor, no anden haciendo fiestas, si lo veo le marco al 911, me caí.

Y hablando de covid, ya estoy de regreso, no como para irme a bailar con Berthita, pero sí ya muy repuesto, gracias a las oraciones de muchas personas que se mantuvieron preocupadas por mi estado de salud tras el contagio. En verdad la enfermedad me fue leve, las afectaciones se las platico en una próxima vez en que nos encontremos hablando de…

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