Dos Virus
Chihuahua sufre el ataque de dos virus, el primero ha sido identificado por los científicos con el nombre de SARS – Cov – 2, y causa la enfermedad del Covid – 19. El segundo es el importamadrismo, y ese está causando un despapaye.
Este miércoles se anunciaron por el ejecutivo estatal nuevas medidas restrictivas a las actividades públicas; todas ellas dolorosas, a nadie le gusta limitar su libertad; es un anhelo de los sistemas sociales, sobre todo de los gobiernos con ideología humanista como el de Chihuahua, conceder a la persona tanta libertad como sea posible y limitar la acción del gobierno a lo estrictamente necesario. Pero las cosas en nuestra entidad han llegado a un punto donde es indispensable contenernos.
El panorama hoy es distinto y más complicado que como lo vivimos en el primer embate, a mediados de marzo. Hoy el presupuesto público no tiene el mismo margen de maniobra, la proveeduría de los insumos necesarios para enfrentar la crisis se encuentra comprometida, el personal médico y asistencial está agotado y diezmado por el efecto mismo de la enfermedad y su combate.
Entendible el descontento de las personas y los sectores cuya actividad económica se ve restringida, su situación tampoco es la misma, muchas de ellas apenas venían reponiéndose de las restricciones iniciales, batallando además con las dictadas hace una semana cuando se regresó al semáforo rojo; pedirles dos semanas de mayor contención se antoja difícil, pero indispensable.
En estos meses en realidad hemos aprendido poco sobre el virus SARS – Cov – 2, afecta por igual a personas aparentemente sanas que a las que padecen una enfermedad, pero no afecta ni a todos los sanos ni a todos los que no lo están. Le hablo en primera persona, fui contagiado y diagnosticado con la enfermedad por el método de la prueba de isopo, sin embargo, Irma no se contagió, pero mis hijas sí. Hay muchas cosas que desconocemos.
Ahí tiene usted el caso de Peter Piot, uno de los más grandes virólogos de nuestro tiempo quien se contagió en el mes de marzo, fue dado de alta y a unos días de salir del hospital empezó a experimentar secuelas que lo pusieron al borde de la muerte y aun está luchando por superar. No sabemos cuáles órganos afecta, ni cómo lo hace, ni qué secuelas deja y por cuanto tiempo.
Lo que sí sabemos es que la mejor forma de evitar cualquier afectación a su salud es no contagiarse, y la mejor forma de evitar el contagio es CUMPLIR AL PIE DE LA LETRA las indicaciones de las autoridades sanitarias: QUEDARSE EN CASA, lavarse frecuentemente las manos, y si hay necesidad de salir USAR CUBREBOCAS y GUARDAR DISTANCIA con otras personas.
Parece absurdo que existan personas que insisten en darle la vuelta a estas disposiciones e incluso sacando ventaja de las restricciones. Esas que andan ofreciendo en las redes sociales llevar cerveza y licor a domicilio fuera de los horarios establecidos para su adquisición y cargando hasta un cien por ciento adicional del costo regular. La restricción de la venta de alcohol tiene por finalidad evitar las reuniones sociales.
Le cuento que es precisamente en esas reuniones donde mayor número de contagios se presentan: los asistentes hacemos confianza, pues no consideran un riesgo estar entre personas conocidas; se retiran los cubrebocas para ingerir; se estrechan las distancias al estar en espacios pequeños y en camaradería. Además, con la ingesta de alcohol se pierde la noción del tiempo, y el tiempo de exposición a la fuente emisora del virus es fundamental para evitar contagios. La música no puede faltar y a su presencia se eleva el tono de voz, se emite un mayor número de partículas por la boca y se multiplica la posibilidad de contagios. Ahí tiene el caso de la comentada boda del actor Correa, donde uno de cada tres asistentes resultó contagiado.
Ahora bien, siendo sincero, si a un irresponsable su vida le vale tres cacahuates (o doritos como dicen ahora), y está dispuesto a sufrir las consecuencias del contagio, pues muy su bronca, ¿no es cierto? Pues NO. Esa persona irresponsable y suicida va a ocupar recursos indispensables para procurar la salud y salvar a otra persona a quien su vida sí le importa. Además, una vez contagiado se convierte en un dispersor del virus, un arma de potencial mortal. En definitiva, NO, nadie tiene derecho a contagiarse, hay que evitarlo.
La realización de “corona fiestas”, y cualquier actividad que rompa las limitaciones impuestas por las autoridades es en sí misma un ataque a la seguridad y salubridad general. La indisciplina es una señal de egoísmo, manda el mensaje de que le es más importante el propio esparcimiento que la salud y sustento de otras personas a quienes su irresponsabilidad afecta.
Si la solidaridad es el rostro social del amor, este es el momento de mostrarla. Cumplir las restricciones, cuidarse, es demostrar su interés por los demás, por las personas con quien habita y convive. Si no le es indispensable quédese en casa, si se ve en la necesidad de salir cúbrase boca y nariz y guarde distancia. No importa cuan sano se sienta o cuan joven sea, este virus es un misterio y nadie le puede garantizar que no sufra alguna afectación aun en caso de ser asintomático.
En estos días leí también una entrevista a Kenneth Frazier, director ejecutivo de la farmacéutica Merk, quien no comparte el entusiasmo de muchos gobernantes en cuanto a la pronta obtención de una vacuna y sus posibilidades de distribución masiva. Fraizer refiere como ejemplo el caso del virus del SIDA, que pese a estarse estudiando desde hace cuarenta años, la ciencia no ha sido capaz de proveer una vacuna.
Hablando de otras cosas, hace más de diez años acudí a un curso de derecho electoral y me impartió clase un abogado gringo, dijo muy orgulloso que el sistema electoral de su país era considerado como el tercero mejor de toda la América del Norte, sólo detrás del de México y Canadá, los únicos otros dos países de América del Norte. Así las cosas, para poder comentar los resultados de las elecciones del vecino país tendremos que aguantar a una próxima vez en que nos encontremos hablando de…
